El peso mexicano concluyó el año con una ganancia de 13.03 por ciento, su mayor avance desde que se tienen datos disponibles en Eikon de LSEG en 1989.
Con ello, la moneda mexicana se erigió como una de las divisas globales con mejor desempeño frente al dólar, aunque analistas creen que en 2024 podría borrar parte de su escalada.
En la sesión el peso operó prácticamente estable, al cerrar en 16.96 unidades por dólar frente a los 16.95 del jueves, de acuerdo con el precio de cierre del Banco de México, en una jornada dominada por fuertes vaivenes en los activos locales, debido a ajustes de posiciones en los portafolios de inversión y un bajo volumen por el periodo vacacional. En la semana registró un avance de 3 centavos (0.19 por ciento).
Por su parte, el dólar cerró el año con su primera pérdida desde 2020 frente a una cesta de divisas, por las expectativas de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, banco central) comience a recortar las tasas de interés el año que viene, a medida que se modere la inflación.
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) cerró con un ligero descenso de 0.14 por ciento y terminó con 57 mil 386.25 unidades, la última sesión de operaciones en el año. No obstante, anotó un rendimiento anual de 18.45 por ciento y se ubicó por encima de 57 mil unidades, niveles récord para la bolsa.
Su comportamiento estuvo en línea con los activos de los mercados de valores internacionales, incluido Wall Street.
Los papeles del conglomerado Alfa encabezaron el retroceso de la sesión, con un 2.85 por ciento menos a 13.64 pesos, seguidos por los de Grupo Bimbo, uno de los mayores productores mundiales de pan, que restaron 1.75 por ciento a 85.95 pesos.
Aun así, la bolsa acumuló un retorno cercano a 20 por ciento en el año.
En el mercado de deuda, el rendimiento del bono a 10 años descendió seis puntos a 9.02 por ciento, mientras que la tasa a 20 años subió dos, a 9.12 por ciento.
(Con información de Redacción)