Rafá. Las fuerzas israelíes bombardearon ayer el centro y el sur de Gaza por tierra, mar y aire, y las autoridades palestinas informaron de decenas de muertos, 20 de ellos en un ataque contra el hospital Al-Amal, de Jan Yunis, un día después de que el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, aseguró que la guerra contra Hamas se prolongará durante meses.
Las explosiones volvieron a sacudir la totalidad del enclave, donde los soldados israelíes también libran encarnizados combates con los islamitas.
La Media Luna Roja Palestina reportó que el ejército israelí atacó un edificio residencial junto al hospital Al-Amal. Ashraf al-Qidra, vocero del Ministerio de Salud local, informó que al menos 20 personas murieron y decenas más resultaron heridas, y que es probable que la cifra de decesos aumente.
En Rafá, también en el sur, otro ataque aéreo hirió a 11 personas, mientras en el norte los intensos tiroteos alrededor de la ciudad de Gaza no dieron tregua.
Además, los residentes de los campamentos de refugiados de Bureij, Maghazi y Nuseirat, todos ellos situados en el centro del enclave, informaron de intensos bombardeos tras extenderse la tercera etapa de su ofensiva terrestre con ataques a estos centros.
Fue una noche de infierno. No hemos visto bombardeos de este tipo desde el comienzo de la guerra
, dijo Rami Abu Mosab desde el campamento de Bureij, donde se refugió tras huir de su casa en el norte de Gaza.
Imágenes de Afptv mostraron a palestinos refugiados en una escuela de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en el campo de Nuseirat que huían hacia el sur para evitar los bombardeos.
El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió urgentemente
un alto el fuego, para evitar que los civiles sufran más violencia
.
Con gran parte del norte de Gaza arrasada, los palestinos temen que un destino similar aguarde a otras áreas, incluida la ciudad sureña de Jan Yunis, donde las fuerzas israelíes lanzaron operaciones terrestres a principios de este mes.
Las últimas órdenes de evacuación del ejército abarcan un área del centro de Gaza, donde vivían casi 90 mil personas antes de la guerra y ahora alberga a más de 61 mil personas desplazadas, en su mayoría del norte, informó la oficina humanitaria de la ONU.
Al menos 85 por ciento de la población de Gaza, de 2.3 millones de palestinos, ha huido de sus hogares, hacinándose en áreas cada vez más pequeñas en las últimas semanas a medida que se ha expandido la ofensiva terrestre.
Desmantelar a Hamas se mantiene como objetivo
Tel Aviv asegura que la campaña de bombardeos y la ofensiva terrestre son necesarias para desmantelar a Hamas tras la agresión del 7 de octubre, en el que milicianos atacaron Israel y mataron a unas mil 200 personas, en su mayoría civiles.
El jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi, aseguró ayer que la guerra, que lleva ya 11 semanas, duraría muchos meses
y que no había soluciones mágicas
ni atajos
.
La ofensiva es ya una de las campañas militares más devastadoras en la historia reciente: más de 21 mil 100 palestinos han muerto, la mayoría mujeres y niños, de acuerdo con funcionarios del enclave.
En el paso fronterizo de Kerem Shalom, trabajadores médicos de la ONU y de Gaza recibieron un camión con unos 80 cadáveres no identificados que habían sido retenidos por las fuerzas israelíes en el norte de Gaza. Las autoridades locales los enterraron y registraron para facilitar su posterior identificación.