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Trece años permaneció en tierra la aerolínea más antigua del país y su primer destino fue Tulum, Quintana Roo, “tras una inesperada escala en Mérida”. Foto Yazmín Ortega Cortés
27 de diciembre de 2023 07:47
Trece años y algunos meses después de permanecer en el suelo, gracias a la complicidad de los gobiernos panistas y el empresario Gastón Azcárraga, por fin desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, Mexicana de Aviación –la primera línea aérea del país con más de un siglo de historia; se fundó en 1921– levantó el vuelo y su primer destino fue Tulum, Quintana Roo, tras una inesperada escala en Mérida derivada por un banco de niebla ( La Jornada. César Arellano y Eduardo Murillo).

Trece larguísimos años (desde agosto de 2010) a lo largo de los cuales se constató el cochinero de los gobiernos de Vicente Fox –quien prácticamente regaló la línea aérea al empresario Gastón Azcárraga, uno de sus aportantes financieros a la campaña presidencial– y de Felipe Calderón, quien protegió al barón, lo mantuvo impune, le autorizó alrededor de mil millones de pesos en créditos del estatal Banco Nacional de Comercio Exterior –que a duras penas la institución pudo cobrar muchos años después– y sin más, despidió salvajemente a 8 mil 500 personas que quedaron en el desamparo absoluto y en abierta violación de la Ley Federal del Trabajo. Una de tantas historias de terror con el indeleble sello panista. Todo a costillas del erario y de los trabajadores.

Ya Calderón, autodenominado presidente del empleo, había hecho de las suyas en Luz y Fuerza del Centro: en el clásico sabadazo (10 de octubre de 2009), asaltó sus instalaciones con la fuerza federal, de un plumazo la extinguió y echó a la calle a cerca de 45 mil trabajadores con el objetivo de entregar a la iniciativa privada la joya de la industria eléctrica nacional: la Ciudad de México, la de mayor consumo en el país, y alrededor de 90 municipios circundantes a la capital de la República en los que suministraba energía eléctrica.

En todo lo anterior, el operador calderonista fue el pandillero Javier Lozano Alarcón, a la sazón secretario del Trabajo, es decir, el mismo que casi un año después metió la mano hasta el fondo –siempre en contubernio con Gastón Azcárraga, quien en los años 90 ya había quebrado la misma aerolínea y fue rescatada por el Fobaproa– en el caso de la quiebra inducida de Mexicana de Aviación y el fulminante despido de sus 8 mil 500 trabajadores. La Rayuela jornalera de entonces daba cuenta de la barbaridad: parte de guerra: las armas nacionales se vistieron de gloria. Tropas al mando del general sin estrellas arremetieron contra trabajadores desarmados.

Por cierto, meses antes (octubre de 2008 y enero de 2009) Calderón anunció el rescate de grandes corporativos privados (Comercial, Cemex, Alfa, por ejemplo) que se dedicaron a especular con derivados y de todas perdieron todas, y sacrificó miles y miles de millones de dólares en reservas internacionales para saciar a quienes apostaron en contra del peso. En cambio, publicó un mañoso decreto –en día inhábil– en el Diario Oficial de la Federación que firmaba el acta de defunción de Luz y Fuerza del Centro.

En el recuento, como se ha publicado en este espacio, cinco meses antes de concretarse la compraventa de Mexicana de Aviación, el IPAB (hijo legalizado del Fobaproa) informó que el valor de mercado de la aerolínea no era menor a 319 millones de dólares, mientras el avalúo de Cintra (la que, por parte del Estado, la administró durante 11 años, tras el rescate del Fobaproa) lo situó en torno a mil 450 millones de billetes verdes. Sin embargo, Gastón Azcárraga, íntimo de Fox y Martita, se la quedó por 165 millones, y el gobierno asumió todos los pasivos, sólo para quebrarla, una vez más, en agosto de 2010. Así eran los jugosos negocios para los amigos del régimen.

Carlos Salinas de Gortari reprivatizó Mexicana de Aviación (también Aeroméxico, con Gerardo de Prevoisin como cabeza visible de los compradores, quien aportó 8 millones de dólares a la campaña de Zedillo; éste, ya en la Presidencia, rescató las dos aerolíneas, vía Fobaproa); Fox la volvió a privatizar; Calderón protegió a Gastón Azcárraga, quien cómodamente se mudó a Nueva York; Peña Nieto lo mantuvo impune (canceló la orden de aprehensión) y al personal de la aerolínea lo mantuvo en la calle, y colorín colorado, todos se salvaron, menos los 8 mil 500 trabajadores.

Las rebanadas del pastel

La buena noticia es que Mexicana de Aviación de nueva cuenta está en el aire, y será manejada con honestidad: no la van a administrar ladrones (AMLO dixit); la mala, que hampones como Azcárraga, Fox, Calderón y demás mafiosos se mantienen impunes.

Twitter: @cafevega

 
 

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