El Cairo. Israel bombardeó áreas de Jabalia en el norte de la Franja de Gaza durante la noche, y hubo combates durante toda la mañana del domingo, dijeron residentes y medios palestinos, mientras las autoridades sanitarias de Gaza y el ejército israelí anunciaban un creciente número de muertos.
Israel dice que logró un control operativo casi completo sobre el norte de Gaza y se está preparando para expandir una ofensiva terrestre contra los militantes de Hamas a otras áreas. No obstante, los residentes de Jabalia informaron de bombardeos aéreos persistentes y ataques de artillería desde tanques israelíes, que, según dijeron, se habían adentrado más en la ciudad el sábado.
Un portavoz del Ministerio de Salud de Gaza dijo el domingo que 166 palestinos habían muerto en las últimas 24 horas, elevando el número total de fallecidos palestinos a 20 mil 424. Decenas de miles han resultado heridos y se cree que hay muchos cadáveres bajo los escombros. Casi todos los 2,3 millones de habitantes de Gaza han sido desplazados.
El ejército israelí dijo que ocho soldados murieron, elevando a 154 las pérdidas en combate publicadas desde que comenzó su incursión terrestre en respuesta al ataque de Hamas en Israel el 7 de octubre, en el que los militantes mataron a mil 200 y tomaron 240 rehenes.
La Casa Blanca dijo que el presidente estadunidense Joe Biden y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, hablaron sobre la campaña israelí.
Biden "enfatizó la necesidad crítica de proteger a la población civil, incluidos aquellos que apoyan la operación de ayuda humanitaria, y la importancia de permitir a los civiles alejarse de forma segura de las zonas de combates en curso", dijo la Casa Blanca en un comunicado. "Los líderes discutieron la importancia de asegurar la liberación de todos los rehenes restantes".
El principal aliado de Israel ha mantenido su apoyo al tiempo que expresa preocupación por el número de víctimas y la crisis humanitaria en Gaza. Los funcionarios estadunidenses han dicho que esperan que Israel pase pronto a una fase de menor intensidad.
En una reunión semanal de gabinete el domingo, Netanyahu desestimó los informes de que Estados Unidos había convencido a Israel de no ampliar su campaña militar.
Israel lleva tiempo instando a los residentes a abandonar las zonas del norte de Gaza, pero sus fuerzas han estado bombardeando objetivos en las partes central y sur del enclave.
Seis palestinos murieron y varios resultaron heridos en un ataque aéreo israelí contra una casa en el campo de refugiados de Bureij, en el centro de la Franja de Gaza, donde el ejército israelí ordenó a la gente que evacuara y se dirigiera al oeste, hacia la ciudad de Deir Al-Balah, dijeron los médicos.
Joudat Imad, de 55 años, padre de seis hijos, tuvo que abandonar una zona del campo de refugiados de Nusseirat, en el centro de Gaza, después de que un mapa publicado por el ejército lo marcara como un lugar que la gente debía evacuar.
"Tuve suerte de conseguir una tienda de campaña en Rafah", dijo a Reuters por teléfono. "De ser propietario de dos edificios a refugiado en una tienda de campaña esperando ayuda, en eso nos ha convertido esta guerra brutal. El mundo está enfermo e inhumano porque no puede ver la brutalidad de Israel y no puede detener esta guerra de destrucción y hambre".
Yiftah Ron-Tal, ex comandante de las fuerzas terrestres israelíes, describió el campo de batalla de Gaza como "el más complicado y fortificado" del mundo, y requiere infantería, tanques, artillería y cuerpos de ingenieros.
"Creo que lo que está sucediendo ahora es producto de una dura batalla en un área condensada y en este tipo de batalla, lamentablemente, hay muchas pérdidas", dijo a la radio del ejército.
El conflicto se ha extendido a medida que las fuerzas hutíes de Yemen, alineadas con Irán, complican el comercio mundial con ataques con misiles y drones contra buques en el mar Rojo en represalia por el ataque de Israel a Gaza.
Estados Unidos derribó el sábado cuatro drones lanzados desde áreas controladas por los hutíes en Yemen hacia un destructor estadunidense en el sur del mar Rojo, elevando a 15 el número de ataques de este tipo contra transporte marítimo comercial, según el Comando Central de Estados Unidos.