Reserva Forestal Omo, Nigeria. Hombres en ropa de trabajo polvorienta caminan con dificultad a través de un matorral y se abren paso al trepar una colina donde se encuentran plantaciones en expansión al amparo de una selva tropical nigeriana cuyos árboles han sido talados para hacer espacio a los que producen cacao con destino a lugares como Europa y Estados Unidos.
Kehinde Kumayon y su asistente limpian arbustos bajos que compiten por la luz solar con sus árboles de cacao, que han reemplazado al exuberante y denso follaje natural. Los agricultores dan golpes de machete con cuidado para evitar romper las vainas amarillas maduras que contienen las semillas que ayudarán a crear el chocolate, la delicia que los compradores agotan en Navidad.
En el transcurso de dos visitas y varios días, The Associated Press documentó repetidamente a agricultores que cosechaban semillas de cacao donde ese trabajo está prohibido en áreas de conservación de la Reserva Forestal de Omo, un bosque tropical húmedo protegido a 135 kilómetros al noreste de la ciudad costera de Lagos en el suroeste de Nigeria.
Aquí los árboles susurran donde retumban las cada vez más menguantes manadas de elefantes africanos del bosque, en peligro crítico de extinción. Los amenazados pangolines, conocidos como osos hormigueros acorazados, trepan por las ramas. Los monos de garganta blanca, que se creían extintos, saltan de un árbol a otro. También se cree que Omo tiene la mayor concentración de mariposas de África, y es una de las Reservas de la Biosfera de la UNESCO más grandes y antiguas del continente.
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Grandes firmas acuden al cacao que se produce en la reserva
El cacao de la zona de conservación es comprado por algunos de los comerciantes de cacao más grandes del mundo, según documentos comerciales y de empresas, y entrevistas de la AP con más de 20 agricultores, cinco agentes compradores autorizados y dos negociantes, todos los cuales operan dentro de la reserva.
Dicen que esos comerciantes incluyen al Olam Group, proveedor de alimentos con sede en Singapur, y Starlink Global e Ideal Limited, de Nigeria, el último de los cuales reconoció utilizar suministros de cacao del bosque. Un número menor de quienes trabajan en el bosque también mencionó a Tulip Cocoa Processing, una filial de Theobroma, comerciante y productor holandés de cacao.
Esas empresas suministran cacao nigeriano a algunos de los mayores fabricantes de chocolate del mundo, incluidos Mars y Ferrero, pero debido a que la cadena de suministro del chocolate es tan compleja y opaca, no está claro si el cacao de las zonas deforestadas de la Reserva Forestal de Omo se utiliza en las golosinas que elaboran, como Snickers, M&Ms, Butterfinger y Nutella.
Mars y Ferrero enumeran en sus sitios web fuentes agrícolas cercanas al bosque o que se solapan con él, pero no proporcionan ubicaciones específicas.
Agricultores señalan que las tierras de otras zonas ya no son productivas
Los funcionarios del gobierno, los guardabosques y los propios agricultores dicen que las plantaciones de cacao se están extendiendo ilegalmente dentro de áreas protegidas de la reserva. Los agricultores expresan que se mudan allí porque sus árboles de cacao en otras partes de ese país de África Occidental envejecen y ya no producen tanto.
“Sabemos que esta es una reserva forestal, pero si tienes hambre, vas a donde hay comida, y esta es una tierra muy fértil”, dijo Kumayon a la AP, quien reconoció que cultiva cacao en una plantación ilegal en el asentamiento agrícola Eseke, separado sólo por un sendero fangoso del hábitat crítico donde la UNESCO calcula que viven los cien elefantes restantes en lo profundo de la zona de conservación.
Los ambientalistas también señalan la creciente demanda mundial de chocolate. Se calcula que el mercado mundial de cacao y chocolate crecerá de un valor de 48 mil millones de dólares en 2022 a casi 68 mil millones de dólares en 2029, de acuerdo con analistas de Fortune Business Insights, que publica reportes de investigación y análisis de mercado.
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Cadena plagada de irregularidades
La cadena de suministro del chocolate ha estado plagada desde hace mucho tiempo de abusos a los derechos humanos, explotación laboral y daños ambientales, lo que ha dado lugar a demandas, quejas comerciales en Estados Unidos y fallos judiciales. En respuesta, la industria del chocolate ha hecho promesas y campañas de amplio alcance para garantizar que obtiene cacao rastreable, sostenible y libre de abuso.
Las empresas dicen que han adoptado el rastreo de la cadena de suministro de fuentes primarias con mapeo GPS y tecnología satelital, y que también se han asociado con organizaciones y auditores externos que certifican el cumplimiento de los estándares de sostenibilidad de los huertos.
Pero quienes trabajan en el bosque dicen que los controles en los que confían algunas empresas no se realizan, mientras que una agencia certificadora, Rainforest Alliance, señala la falta de regulaciones y datos y mapas incompletos en Nigeria.
La Ap siguió una carga de cacao que los agricultores habían cosechado en la zona de conservación hasta los almacenes de los agentes compradores en la reserva y que entregaron después en una instalación de Olam, fuera de la entrada al bosque.
El personal de las instalaciones de Olam y de Tulip, en las afueras de la reserva —quienes hablaron bajo condición de anonimato porque no están autorizados a informar sobre los suministros de sus empresas—, confirmaron que obtienen cacao de agricultores en la zona de conservación.
La Ap también fotografió costales de cacao etiquetados con los nombres y logotipos de Olam y Tulip en los almacenes de los agricultores dentro de la zona de conservación.
La reserva de Omo consiste en una zona de conservación altamente protegida rodeada por una región exterior más grande y parcialmente protegida.
Los madereros, que son también una importante fuente de su deforestación, pueden obtener licencias del gobierno para talar árboles en las zonas exteriores, pero no se otorgan licencias para el cultivo de cacao en ningún lugar.
La agricultura está prohibida en el área de conservación, excepto en áreas definidas donde hasta diez comunidades indígenas pueden cultivar la tierra para su propia alimentación.
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Uno de los mayores productores de cacao
Nigeria es uno de los mayores proveedores de petróleo y una de las mayores economías de África. Después del petróleo, una de sus principales exportaciones es el cacao. Es el cuarto productor de cacao del mundo y representa más del 5% del suministro mundial, según la Organización Internacional del Cacao. Sin embargo, está muy por detrás de los mayores productores del mundo —Costa de Marfil y Ghana— que en conjunto abastecen más de la mitad de la demanda mundial y son señalados con frecuencia en los programas de sustentabilidad de las empresas.
Según datos comerciales del Banco Mundial y del consejo de exportaciones de Nigeria, más de 60 por ciento del cacao nigeriano se dirige a Europa, y alrededor de 8 por ciento a Estados Unidos y Canadá.
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Omisión ante la deforestación
Pasa por muchas manos para llegar allí: los agricultores cultivan los granos de cacao y luego los intermediarios exploran los huertos para comprarlos. Agentes compradores autorizados adquieren el cacao de los intermediarios y lo venden a grandes empresas comercializadoras de productos básicos como Olam y Tulip, que lo exportan a los fabricantes de chocolate.
En octubre, la Ap siguió una camioneta con franjas azules y blancas cargada con costales de granos de cacao a lo largo de un camino lleno de pozos profundos de lodo dentro de la zona de conservación hasta un almacén de Olam justo afuera de la entrada al bosque.
En el almacén, que Olam confirmó que era suyo, la AP fotografió la descarga del cacao de la camioneta, cuyo número de matrícula coincidía con la filmada en el bosque.
Rasaq Kolawole, agricultor, y Muraina Nasir, agente de compras autorizado, siguieron a la camioneta para vender el cacao, y ninguno de los dos expresó dudas sobre la deforestación.
“Somos ocupantes ilegales del bosque”, dijo el agricultor Kolawole, graduado universitario y ex vendedor.
La Ap también visitó cuatro almacenes de cacao en el bosque que pertenecen a agentes compradores autorizados: Kadet Agro Allied Investments, Bolnif Agro-allied Farms Nigeria, Almatem y Askmana.
Todos los gerentes o propietarios dijeron a la Ap que compran a agricultores que cultivan cacao en áreas protegidas del bosque y que venden ese cacao a Olam. Tres de los gerentes de almacén dijeron a la AP que también venden a Tulip y Starlink.
“No diferencian entre el cacao local —es decir, los huertos fuera del bosque— y el de la reserva”, dijo Waheed Azeez, propietario de Bolnif al describir cómo “grandes compradores como Olam, Tulip y Starlink” compran cacao procedente de tierras deforestadas. “Lo compran todo y la mayor parte del cacao es de la reserva”.
A pesar de los hallazgos de la Ap, Olam insiste en que “prohíbe” a los miembros de “Ore Agbe Ijebu” (OAIJ), su grupo de agricultores, “abastecerse de áreas protegidas y ecosistemas naturales importantes como los bosques”. Ese grupo de agricultores de Ijebu está registrado como proveedor sustentable en el sitio web de Olam y refiere que está en Ijebu Ife, una comunidad cerca de la reserva.
“Si se descubre que un agricultor no cumple con el código e invade ilegalmente los límites del bosque es eliminado de nuestra cadena de suministro y expulsado del grupo de agricultores OAIJ”, dijo la compañía en un comunicado enviado por correo electrónico a la Ap.
No obstante, Sunday Awoke, gerente de Askmana, reportó: “Olam no conoce a los agricultores. Compramos a los agricultores y vendemos directamente a Olam, y no se realiza ninguna evaluación contra la deforestación”.
Al hablar con la Ap mientras un convoy de motocicletas traía costales de cacao desde el área de conservación a su almacén dentro de la reserva, Awoke dijo que él antes era trabajador conservacionista que luchaba contra la deforestación por parte de los agricultores.
“Pero ahora estoy del otro lado. Desearía volver, pero primero la supervivencia... y esto paga más”, agregó. Otros estuvieron de acuerdo.
“El lugar no está destinado al cultivo de cacao, sino a los elefantes”, dijo Ewulola Bolarinwa, quien es tanto comerciante como líder de quienes cultivan en el asentamiento Eseke dentro de la zona de conservación. “Tenemos muchos compradores grandes que abastecen a las empresas de Occidente, incluidas Olam, Tulip y muchas más”.
Ferrero, que fabrica bolas de chocolate y avellana Ferrero Rocher, Nutella, la crema de cacao y avellana, y las populares barras Baby Ruth, Butterfinger y Crunch, tiene a un grupo de agricultores en una localidad cercana al bosque como la fuente de su cacao suministrado por Olam, reporta la empresa italiana en su sitio web.
Mars, con sede en McLean, Virginia, uno de los mayores usuarios finales de cacao del mundo con marcas que van desde Snickers hasta M&Ms, Dove, Twix y Milky Way, utiliza cacao nigeriano tanto de Olam como de Tulip, según documentos en línea de la empresa.
Ferrero, Mars y Tulip dicen que están comprometidos con sus políticas contra la deforestación, utilizan mapas GPS de los huertos y que sus proveedores están certificados mediante estándares independientes.
Ferrero también dice que depende del monitoreo satelital para demostrar que su “abastecimiento de cacao de Nigeria no proviene de áreas forestales protegidas”. Mars dice que sus hallazgos preliminares muestran que ninguno de los huertos que ha cartografiado se solapa con la reserva.
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Johan van der Merwe, director ejecutivo de Tulip, dijo en un correo electrónico que los costales de cacao de la empresa que la AP fotografió en los almacenes de los agricultores dentro de la zona de conservación, son reutilizados y se distribuyen ampliamente, por lo que es posible que se vean en toda Nigeria. También notificó que los “operativos de campo” completan cuestionarios digitales sobre el abastecimiento con todos los agricultores y proveedores.
Sin embargo, en el lugar, los agricultores y los agentes de compra autorizados que reportaron abastecer a Tulip dijeron a la AP que no les requerían completar ningún cuestionario antes de comprar su cacao.
“Aunque sabemos que dependen de nuestro cacao, no vendemos cacao directamente a exportadores como Olam y Tulip —eso lo hacen los intermediarios—, y no hay preguntas sobre la deforestación”, refirió Saheed Arisekola, de 43 años, también graduado universitario, quien agregó que se dedica a la agricultura porque no pudo conseguir un empleo.
Mientras los agricultores, corredores y agentes compradores dicen que el cacao del área de conservación fluye hacia el suministro de exportación de Olam, los registros aduaneros de Estados Unidos muestran una porción de hacia dónde podría dirigirse.
Olam Americas, la rama estadunidense de Olam, recibió 18 mil 790 costales de cacao nigeriano enviados por Outspan Nigeria Limited, su filial nigeriana, entre marzo y abril de 2022, según ImportGenius, una empresa que se especializa en datos de comercio.
Olam y Tulip tienen licencia para comercializar cacao nigeriano certificado por Rainforest Alliance. Sin embargo, Olam dijo a la AP que su licencia no cubre el área de Ijebu, de donde obtiene el cacao que envía a Ferrero y que está cerca de la Reserva Forestal de Omo. Ferrero dice que el estándar de sostenibilidad de Olam en el área es verificado por un organismo externo.
Los agricultores que dijeron a la AP que su cacao se dirige a Olam y Tulip informaron que no están certificados por Rainforest Alliance. Tulip tiene sólo un huerto con certificación activa en Nigeria, según muestra la base de datos de la organización sin fines de lucro.
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Vigilancia laxa, cómplice
Rainforest Alliance explicó que certifica que los huertos operen con métodos que prohíben la deforestación y otras prácticas contra la sustentabilidad. Dice que los agricultores deben proporcionar coordenadas GPS y los límites geográficos de sus huertos, los cuales se comparan con mapas forestales públicos y datos satelitales.
Rainforest Alliance dijo a la AP que Nigeria tiene “desafíos únicos en materia de regulación forestal”, incluidos datos y mapas incompletos u obsoletos que pueden “conducir a discrepancias al comparar datos forestales con condiciones reales sobre el terreno”.
Agregó que trabaja para obtener datos actualizados de las autoridades nigerianas y que, tras una revisión, descertificaría a cualquier huerto que operara ilegalmente en áreas de conservación. La organización también dice que las empresas a las que otorga licencias pueden comprar cacao certificado por otras agencias o que no esté certificado en absoluto.
Starlink Global e Ideal Limited —el exportador de cacao nigeriano al que los agricultores y agentes compradores reportaron que venden— no tiene sus propias tierras de cultivo en la reserva, sino “sólo proveedores de allí”, declaró a la AP el portavoz, Sambo Abubakar.
Starlink no da información sobre abastecimiento sustentable en su sitio web, pero suministra al menos a una empresa que sí lo hace: General Cocoa, con sede en Nueva York, según muestran datos comerciales de Estados Unidos.
Entre marzo y abril de 2023, Starlink envió 70 contenedores, cada uno con 4 mil costales de granos de cacao secos, a General Cocoa, de acuerdo con datos comerciales de ImportGenius.
General Cocoa, que es propiedad del grupo Sucden, con sede en París, suministra a Mars, según documentos en línea de la empresa.
Jean-Baptiste Lescop, secretario general de Sucden Group, dice que la empresa gestiona los riesgos para la conservación de los bosques al obtener cacao de Rainforest Alliance, cartografiar los huertos y utilizar imágenes satelitales, pero que es un “proceso continuo” porque la mayoría de los agricultores en Nigeria no tienen tierras oficiales con documentos de propiedad.
Sucden investiga informes de problemas y trabaja en una respuesta a los hallazgos de la Ap sobre Starlink, agregó Lescop.
Única selva tropical vital al suroeste del país
La zona de conservación, que abarca unos 650 kilómetros cuadrados, es la única selva tropical vital que queda en el suroeste de Nigeria, refieren funcionarios de conservación. Estos bosques ayudan a absorber carbono de la atmósfera y son cruciales para que Nigeria cumpla sus promesas en virtud del acuerdo climático de París.
Además de ayudar a combatir el cambio climático, el bosque está designado como Área Importante para las Aves y la Biodiversidad según BirdLife International, una sociedad de organizaciones no gubernamentales de conservación, con poblaciones significativas de al menos 75 especies de aves.
“Hay ahora más de cien asentamientos ilegales de productores de cacao que vinieron de otros estados porque la tierra aquí es muy fértil”, dijo Emmanuel Olabode, un gerente de conservación que supervisa a los guardas de la reserva en las áreas protegidas. “Pero tras algunos años, la tierra se vuelve improductiva”. Los agricultores lo saben.
“Después encontraremos otra tierra en otro lugar o volveremos a nuestros hogares originales para iniciar nuevos negocios”, dijo Kaseem Olaniyi, quien reconoce que cultiva ilegalmente en la zona de conservación tras mudarse en 2014 desde un estado vecino.
El gobierno del estado de Ogun, propietario del bosque, dijo en un comunicado a la AP que la “amenaza del cultivo de cacao” en la reserva se remonta a décadas atrás y que “todos los agricultores ilegales fueron desalojados por la fuerza” en 2007, antes de que encontraran cómo volver.
“Se están preparando acuerdos para contratar los servicios de la Fuerza Policial Nigeriana y del ejército para desalojarlos de la reserva forestal”, agregó el comunicado del gobierno.
No obstante, Omolola Odutola, la portavoz de la policía federal, dijo que no tienen registros de tal plan.
A los agricultores se les ha ordenado no iniciar huertos nuevos, y quienes hablaron con la AP dijeron que lo cumplen. Pero los guardias forestales reportaron que surgen huertos nuevos difíciles de detectar en áreas remotas.
Los guardabosques —que trabajan para el socio conservacionista del gobierno, la Fundación Nigeriana para la Conservación, una organización sin fines de lucro— y los guardias forestales empleados por el gobierno estatal explicaron a la Ap que la laxa aplicación de la ley por parte del gobierno ha hecho que combatir la expansión del cacao sea un desafío.
También dijeron a la Ap que arrestos previos han hecho poco para impedir que los agricultores regresen y eso lo ha llevado a una sensación de inutilidad cuando se topan con huertos ilegales.
El gobierno estatal manifestó que “nunca ha comprometido las regulaciones”, pero reconoció que los agricultores están en el bosque a pesar de sus esfuerzos. Casas y otros edificios en asentamientos agrícolas visitados por la AP han sido marcados para su remoción, incluidos almacenes como el de Kadet, el agente de compras autorizado y uno de los más grandes allí.
Las casas de los agricultores carecen de fontanería y de baños, lo que obliga a las mujeres y los niños a recolectar agua de arroyos estrechos para su uso mientras los hombres trabajan.
Las deportaciones no se han llevado a cabo porque los funcionarios ganan dinero con el negocio del cacao en el bosque, según los agricultores y los agentes compradores, quienes se lamentan por las difíciles condiciones de vida, con caminos de barro llenos de agujeros que elevan los costos de transporte que devoran sus ya escasas ganancias.
El gobierno estatal declinó comentar sobre si gana dinero con el cultivo ilegal de cacao en el bosque.
Los agentes han formado un grupo de presión que tiene “compenetración con funcionarios del gobierno” para garantizar que los agricultores permanezcan en la zona de conservación a pesar de las amenazas de desalojarlos, dijo Azeez, propietario del agente comprador Bolnif, quien también es presidente de un comité que monitorea los riesgos contra el negocio del cacao en el bosque.
La Unión Europea, el principal destino del cacao de África Occidental, ha promulgado una nueva regulación sobre productos libres de deforestación que exige que las empresas que venden productos básicos, como el cacao, demuestren que no han causado deforestación. Las grandes empresas deben asegurarse de seguir las reglas para finales de 2024.
Expertos del Instituto de Investigación del Cacao de Nigeria están desplegando un “Proyecto de Rastreo” en seis estados del sur —que no incluye el estado de Ogun, donde se encuentra la Reserva Forestal de Omo— para avanzar en los esfuerzos contra la deforestación en la producción de cacao y garantizar que el cacao de Nigeria no sea rechazado en Europa.
“A partir de los datos preliminares recopilados, los principales exportadores están implicados en la deforestación y es su responsabilidad garantizar el cumplimiento de las normas”, dijo Rasheed Adedeji, quien dirige la investigación del instituto.
Pero los agricultores anuncian que seguirán encontrando lugares para trabajar. “El mundo necesita cacao y el gobierno también recibe impuestos porque el cacao es exportado”, expuso Olaniyi, uno de los agricultores.