Pese a la resistencia de diversos grupos comunitarios de la región, este viernes será inaugurado el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT) –parte del Corredor Interoceánico, megaproyecto insignia de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador–, que de acuerdo con gobierno, empresarios y especialistas, será clave en el desarrollo del sur-sureste del país, pues abrirá la puerta a la industrialización y a la relocalización de cadenas de valor, fenómeno mejor conocido como nearshoring.
El tren transportará mercancía y pasajeros a largo de mil 200 kilómetros de vías a través de diferentes rutas: de Salina Cruz, Oaxaca, a Coatzacoalcos, Veracruz; desde ese punto conectará con el puerto de Dos Bocas, Tabasco, y luego se conectará con el Tren Maya en Palenque, Chiapas. También comunicará Ixtepec, Oaxaca, con Ciudad Hidalgo, Chiapas.
En cuestión de carga, el FIT unirá los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos con el objetivo de conectar los océanos Atlántico y Pacífico para desde ahí exportar a hacia el sureste de Estados Unidos. Además, alrededor del tren se desarrollarán un total de 10 polos industriales que contarán con incentivos fiscales para la instalación de diferentes empresas.
En múltiples ocasiones, el presidente López Obrador ha remarcado que el Corredor Interoceánico, incluido el FIT, busca revertir la injusticia de administraciones pasadas que tuvieron en el olvido económico y social al sur-sureste mexicano.
Según estimaciones de la Secretaría de Economía (SE), la construcción de los primeros cinco Polos de Desarrollo del CIIT, cuentan con anuncios de inversión por alrededor de 7 mil millones de dólares, que para dimensionar, es equivalente a la quinta parte de los 35 mil millones de dólares de inversión extranjera directa (IED) que recibió México en 2022.
La semana pasada el primer mandatario del país aseguró que uno de los 10 polos estaría a cargo de una empresa danesa, la cual invertirá 10 mil millones de dólares en un proyecto de hidrógeno verde: Es un fondo de Dinamarca. Van a invertir en ese polo de desarrollo 10 mil millones de dólares porque van a producir energía limpia, hidrógeno verde
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Descontento
En medio de estos números, un tanto imprecisos, comunidades de Oaxaca y Veracruz se manifiestan en contra de la megaobra, acusando, entre otras cosas, la destrucción del medio ambiente e invasión en sus comunidades para abrir paso al FIT.
El principal opositor es la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), que por medio de su dirigente, Carlos Beas, pide al presidente López Obrador que ordene se atiendan los problemas generados por las obras del FIT en la región y específicamente en comunidades ayuujk y mixes.
En el caso concreto de la la comunidad ayuujk de Mogoñé Viejo, que se ubica en el municipio de San Juan Guichicovi, se acusa que hubo violación a sus derechos por parte de la empresa Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, pues aseguran que los trabajos de la obra se comenzaron despojando a familias de sus predios y ocasionando daños al medio ambiente conforme avanzaba la obra.
Ante estos abusos, señaló la Ucizoni, algunos comunitarios realizaron protestas pacíficas y en respuesta funcionarios del FIT presentaron una denuncia por el delito de ataque a las vías generales de comunicación
contra de 16 de sus miembros.
Los conflictos no sólo han sido con comunidades. En mayo pasado, por medio de un decreto oficial, el gobierno federal declaró como bienes de utilidad pública tres tramos de las líneas férreas de Ferrosur de Grupo México, ubicados en la zona de Coatzacoalcos y Cosoleacaque, Veracruz, y que, dijo, formaban parte del FIT. Por lo que fueron tomadas por la Marina, argumentando que para el funcionamiento eficaz de la plataforma logística, era imperativo tener el control y administración de todas las líneas ferroviarias.
Tras días de negociaciones entre gobierno y empresa, Grupo México aceptó entregar un tramo de 127 kilómetros de vías férreas en Veracruz, a cambio de una ampliación de ocho años de su concesión original, que vence en 2048.
Impulso al PIB
Más allá de las protestas, empresarios consultados por el Banco de México señalaron en su último Reporte de Economías Regionales que la entrada en vigor de los estímulos fiscales en la región del istmo impulsará la inversión privada en dicha zona.
Según la SE, los incentivos fiscales consisten en una depreciación acelerada de la inversión durante seis años y un descuento en el IVA de 100 por ciento en los primeros cuatro años a todas las actividades o transacciones que se hagan en los polos. Además de un descuento de 100 por ciento en el impuesto sobre la renta (ISR) en los primeros tres años y de entre 50 y 90 por ciento en los siguientes tres años, dependiendo de lo que ofrezca la empresa, en función del número de empleos y los niveles de salario.
Arturo Carvajal, socio fundador de la consultora MAAT Asesores, explicó que el nearshoring es el proceso de eficientización de las cadenas de suministro a través de la transferencia de parte (o toda) la producción de una determinada empresa para acercarse a sus mercados de consumo en materia de usos, costumbres, horarios y zonas geográficas, reduciendo con ello sus costos de producción, suministro y tiempos de entrega para surtir a sus mercados locales.
En este sentido, dijo, los incentivos anunciados por el gobierno, son favorables para mejorar el clima de inversión en México y ganar la competencia que este fenómeno genera.
Elena Achar, directora de Asuntos Públicos y Comunicación de ProIstmo, un grupo empresarial que ganó la administración de uno de los 10 polos de desarrollo, destacó que en este momento los ojos del mundo están centrados en el Corredor Interoceánico, por lo que nadie le dice que no. En este proyecto, la incertidumbre no tiene cabida; lo que hay, es certeza. Queremos eliminar por completo esa palabra, porque en este proyecto, la certeza es lo que prevalece. Es verdad que la inversión llega, y queremos que llegue bien planeada y organizada
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Según declaró recientemente Raquel Buenrostro, titular de la SE, una vez en operación, el proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec tiene el potencial de aportar entre 3 y 5 puntos adicionales al PIB del país. Hoy será inaugurado el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, mientras sigue pendiente la licitación de cinco polos de desarrollo que completarán el megaproyecto.