La Guardia Nacional de Estados Unidos instaló una nueva cerca de púas en el río Bravo para impedir los cruces masivos de migrantes, de Matamoros, Tamaulipas, a Brownsville, Texas, que se intensificaron desde el pasado lunes.
La medida es parte de la política del gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, quien endureció las penas para los extranjeros que ingresen de manera irregular a esa nación.
El lunes, unos mil migrantes, en su mayoría venezolanos, ingresaron al río Bravo en su intento por cruzar la frontera; familias completas, adultos mayores y niños se introdujeron en las heladas y peligrosas aguas del cauce, a nado o en colchones inflables.
Agentes de la Guardia Nacional estadunidense los esperaron para de inmediato comenzar su proceso de deportación que los regresa a México o en vuelos directos de Harlingen, Texas, a Caracas.
Ayer, las autoridades del vecino país instalaron una nueva cerca sobre la orilla estadunidense, frente al campamento de venezolanos que aspiran a obtener asilo humanitario.
La imagen muestra el éxodo de migrantes de Piedras Negras, Coahuila, hacia Eagle Pass, Texas, donde son detenidos por la Patrulla Fronteriza y procesados. Foto Cuartoscuro
Detrás de la malla se observa a vehículos todo terreno del Ejército y militares de Estados Unidos que cuidan el perímetro poniendo audios en altavoz, en idioma inglés y español, para inhibir a los extranjeros a cruzar el río.
Los migrantes, venezolanos y haitianos en su mayoría, manifestaron que ya han hecho su solicitud de asilo, a través de la aplicación CPB-One, pero que el trámite resulta demasiado tardado, por lo que en su desesperación optan por cruzar el cauce, a sabiendas de que la deportación será casi inmediata.
Donan chamarras y cobijas
Ante las bajas temperaturas en esa frontera, el Instituto Tamaulipeco para los Migrantes (ITM) entregó ropa y cobijas a venezolanos, cubanos y hondureños que se encuentran en el campamento del parque Morelos, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y que esperan su cita para pedir asilo en Estados Unidos.
El ITM comenzó una campaña de recolección de chamarras y cobijas, con el objetivo de abrigar a los migrantes, quienes no están acostumbrados al clima extremo en el norte del país.
Francisco Parra Pérez, director del ITM, indicó que las donaciones recibidas no sólo se van a llevar a ese campamento, sino que en los próximos días se hará un recorrido por las casas de migrantes en el estado para hacer más entregas.