Ciudad de México. Por el cierre de los pasos ferroviarios Eagle Pass y El Paso, en Texas, las pérdidas económicas del comercio fronterizo ascienden a 200 millones de dólares en dos días de la puesta en práctica de la medida para mitigar el aumento del flujo de migrantes, de acuerdo con la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
El organismo del sector privado dirigido por José Medina Mora Icaza llamó a las secretarías de Relaciones Exteriores (SRE) y Economía (SE), así como a sus homólogos en Estados Unidos, en particular al gobierno federal y al gobierno de Texas, para abordar la crisis migratoria sin afectar los flujos de mercancías, luego del cierre de los pasos ferroviarios.
De acuerdo con la Coparmex, las pérdidas por cada día que se encuentra cerrado Eagle Pass y El Paso, suman 100 millones de dólares, por lo que hasta el momento ya ascienden a 200 millones en dos días.
“Esta medida solo genera perjuicios para la economía de ambas naciones”, dijo la Coparmex.
De forma unilateral, las autoridades de Estados Unidos cerraron el lunes los cruces ferroviarios internacionales de Eagle Pass y El Paso, en Texas, tras detectar un aumento en el número de migrantes que cruzan la frontera en tren.
El cierre tiene como propósito redirigir al personal de la CBP para apoyar a la Patrulla Fronteriza en la detención de migrantes que intentan cruzar hacia la Unión Americana.
Estos acontecimientos se suman a los cierres en San Diego, San Ysidro, Lukeville y a los ocurridos hace unas semanas en el puente internacional Córdova-Américas, así como a las excesivas revisiones impuestas por Texas en materia de seguridad, las cuales impactaron el ingreso de mercancías que quedaron varadas y cuyo valor se calcula que es superior a los 2 mil millones de dólares.
“Las medidas discrecionales representan un fuerte golpe económico para México y socavan la confianza entre ambos países”, dijo Coparmex.
México importa cerca de 25 por ciento del maíz amarillo y casi 63 por ciento de la pasta de soja, mercancías que cruzan por ambos puntos de Texas.
Coparmex consideró que estas medidas causan un daño multimillonario a las economías de ambos países y representan el fracaso de la política migratoria, la cual debería centrarse en evitar que las personas se vean obligadas a abandonar sus lugares de origen, en lugar de simplemente frenar su tránsito.
Además de la atención urgente que se requiere por parte de los Ejecutivos de ambos países, pidieron a los Congresos de ambas naciones legislar en materia migratoria con el fin de contar con reglas claras para atender la crisis.
“Es evidente que los problemas en nuestra frontera no se resuelven con muros, ni con el endurecimiento de medidas migratorias ni comerciales, sino a través del diálogo, acciones coordinadas y abordando las causas del desplazamiento de las personas”, indicó.
“En la gestión de esta crisis no debe permitirse la influencia de cálculos político-electorales que terminan perjudicando a nuestras sociedades y poniendo en riesgo tanto vidas humanas como la economía de ambos países”, concluyó.