De los 30 mil combatientes de Hamas han perecido 3 mil (Alastair Crooke dixit) frente a los subreportados ¡a la mitad! (Haaretz dixit) fallecidos y heridos soldados israelíes (https://bit.ly/3TxIZj7). El portavoz de la Unicef en Gaza sentenció que se trata de “una guerra contra los niños (https://bit.ly/3thM7Fh)”; también diagnosticó que Gaza es “un cementerio para los niños (https://uni.cf/3v1lNzs)”.
Detrás de la espesa cortina de humo de la enésima guerra de Netanyahu contra Hamas, se perfila una guerra demográfica
que no se atreve a pronunciar su nombre: una competencia de fertilidad y mortalidad infantiles entre israelíes y palestinos en la antigua Palestina del río Jordán hasta el mar Mediterráneo que Israel ha ganado abultadamente en territorio –ver mapas (https://bit.ly/3uurIg7) y del The Economist (https://bit.ly/3sFA7Nn)–, pero que está perdiendo demográficamente cuando los palestinos son ya una neta mayoría (https://bit.ly/48sGbYX).
Crooke aduce un empate técnico de 7.3 millones en la antigua Palestina del río Jordán al mar Mediterráneo entre palestinos e israelíes (https://bit.ly/3tpy4xj) –lo cual dio lugar al exitoso eslogan del río al mar
, catalogado por los zelotes supremacistas como antisemita (sic)
,que a estas alturas sepa Dios qué significa, fuera de Hollywood y los propagandistas de la dupla ADL (https://bit.ly/48ko9I0)/ Aipac (https://bit.ly/3vbeJRa) con sus sitácidos repetidores “goyim (definidos como bestias
por el Talmud). Más allá del objetivo primario de Netanyahu para erradicar a Hamas en Gaza –que cada día se ve más difícil de conseguir–, las investigadoras Claudia De Martino y Ruth Hanau Santini, tres meses antes del icónico ataque de Hamas del 7 de octubre, asientan que la demografía es una cuestión de seguridad nacional en Israel y un indicador clave para las relaciones palestino-israelíes: las tendencias demográficas en Israel están cambiando rápidamente y esto afectará las perspectivas de violencia y resolución de conflictos
.
Exponen que “a finales de 2022, más de 7 millones de israelíes vivían en Israel y Cisjordania, y 7 millones de palestinos vivían en Cisjordania, la franja de Gaza, Israel y Jerusalén Este, una región de alguna manera integrada a la que la derecha judía se refiere como “gran Israel (https://bit.ly/48s4CW7)”. La bomba demográfica
se ha activado cuando los judíos israelíes experimentan un miedo existencial a ser superados por la población palestina, y esto es instrumentalizado aún más por los empresarios políticos de derecha
de Israel. Las investigadoras aducen que la demografía está en el centro de la disputa territorial entre judíos y árabes, mientras las dos naciones libran una importante guerra numérica, destinada a militarizar la tasa de fertilidad como arma para convertirla en una suposición predictiva de victoria (sic)
.
Enarbolan que mientras el actual gobierno de derecha israelí está sentando las bases para la anexión de facto del área C de Cisjordania, la demografía ha sido una de las herramientas empleadas para asegurar a la opinión pública judía que Judea y Samaria aún podrían integrarse a Israel, mientras mantengan una mayoría demográfica judía
. Concluyen que la demografía sigue siendo una lucha por la supervivencia y una batalla cuesta arriba para Israel. Esto es especialmente cierto si Israel avanzara con la anexión del área C palestina
.
La distópica Tierra de Israel
paleobíblica de Netanyahu con sus dos ministros supremacistas neocolonialistas Itamar Ben-Gvir/Bezalel Smotrich pasa por la integral expulsión/transferencia de todos los palestinos y árabes: sirios, libaneses, egipcios e iraquíes.
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