no importa de dónde vienen sino a dónde van.
Pero, a diferencia de otros casos de saltimbanquismo incorporado al proyecto guinda, que hasta ahora habían sido procesados individualmente, ayer fue presentada una asociación política delicada: dos ex gobernadores de historial (cuando menos) complicado, Eruviel Ávila, del estado de México, y Alejandro Murat, de Oaxaca, encabezaron el anuncio de una facción denominada Alianza Progresista
(¿o Alianza Peñista
), que apoyará a Claudia Sheinbaum, recorrerá el país en tareas de proselitismo y, dicen, no esperará hueso
ni chamba para sus protagonistas, todo por (¡oh, sí!), amor a México
.
Las principales figuras de este proyecto faccioso han estado relacionadas con el intocado y reactivado peñismo: Eruviel Ávila fue la carta sucesoria de Enrique Peña Nieto en el gobierno del estado de México y en 2012 fue acusado por Andrés Manuel López Obrador de usar el erario mexiquense para apoyar la candidatura presidencial de Peña; en 2017 lo acusó de ladino, cacique, corrupto
(https://goo.su/JQBA).
Murat, nacido en el estado de México, inició su carrera política en firme con el entonces gobernador Peña Nieto, durante cuya administración fue director del Instituto de la Función Registral (obtuvo la titularidad de una notaría pública) y director del Sistema de Radio y Televisión Mexiquense; ya con EPN rumbo a Los Pinos, Murat fue coordinador del tema de vivienda en el equipo de transición y, a la toma de posesión de Peña, fue nombrado director del Infonavit (https://goo.su/BZdpyzj), cargo que dejó al ser postulado por el PRI a la gubernatura de Oaxaca que ya había ejercido su padre, José Murat, quien en 2011-2012 fue eje importante en la construcción del peñista Pacto por México.
Además de tales ex mandatarios, forman parte del nuevo grupo otros personajes en busca de redención electoral: el alcalde de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava, que ha hecho equipo político y mostrado apariencias de relación afectiva con la alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas; el yucateco Jorge Carlos Ramírez Marín, que buscó ser candidato 4T a la gubernatura de su estado, luego de cuatro décadas de priísmo que dejó al pasar ahora al Verde, y la senadora hidalguense Nuvia Mayorga, del equipo de Miguel Ángel Osorio Chong, que durante el peñismo fue directora de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.
Recuérdese que en la primera semana de julio pasado renunciaron al PRI los senadores Eruviel Ávila y Nuvia Mayorga, que luego pasaron al Verde (vía alterna para incorporarse a la 4T), el propio Osorio Chong (quien fue secretario de Gobernación con Peña Nieto, aunque distanciado luego que José Antonio Meade fue designado candidato presidencial) y Claudia Ruiz Massieu Salinas, sobrina del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
En tanto, en el flanco xochitleco se produjo una renuncia brevemente ruidosa que, en el fondo, puede hacerle más bien que mal a la campaña del frente ahora llamado Fuerza y Corazón (FuerCo). Silvano Aureoles, quien cumplió un pésimo papel como gobernador de Michoacán (llegado a nombre del PRD, pero impulsado por Peña Nieto), denunció ser víctima de “constantes descalificaciones de las que he sido objeto en varias reuniones privadas por parte de @XochitlGalvez”.
Aureoles recibió, como parte de la escueta cuota de participación a lo que queda del Partido de la Revolución Democrática, el encargo de coordinar lo relacionado con el desarrollo rural sustentable, a lo que ahora ha renunciado (¿buscará entrar a Morena o al Verde?). La oficina de Gálvez negó que la virtual candidata presidencial hubiera emitido tales descalificaciones.
Y, mientras Omar García Harfuch ha tomado vacaciones personales, según informó ayer, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero