Buenos Aires. A horas de que comience la primera movilización contra las políticas de shock del gobierno ultraderechista de Javier Milei aplicadas contra los más vulnerables y los trabajadores, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich ratificó este martes la aplicación del protocolo para mantener “el orden público”, que apunta a la represión de los cortes calles y vías durante protestas y toda clase de movilización, como la convocada por la Unidad Piquetera para marchar este miércoles a la Plaza de Mayo en memoria de las víctimas de la represión en el estallido social del 20 de diciembre de 2001.
En esa fecha, miles y miles de manifestantes salieron a las calles con un cacerolazo que comenzó el 19 de diciembre, cuando el entonces presidente, Fernando de la Rúa, anunció un estado de sitio, que produjo la reacción de un pueblo cercado por la mayor crisis de la historia argentina.
Bullrich, quien en 2001 era funcionaria del gobierno de De La Rúa, ratificó que aplicará el protocolo con la presencia de policías, gendarmes, prefectos y seguridad Aeroportuaria, mientras Milei continúa enviando Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), lo que afecta gravemente la situación de la población violando las normas constitucionales y los tratados internacionales al criminalizar la protesta social.
También se amenaza abiertamente con el espionaje contra las dirigencias sociales, sindicales y políticas a lo que se añaden medidas internacionales que degradan la política exterior a 40 años del comienzo del proceso democratizador, después de la última y cruenta dictadura cívico-militar (1976-1983).
Por otra parte, la canciller Diana Mondino por orden directa de Milei decidió que no designará embajadores en Cuba, Nicaragua y Venezuela, como se informó en la prensa local, lo que no sólo impactó a nivel nacional sino internacional, al afectar el esfuerzo de unidad latinoamericana y caribeña y especialmente las relaciones con países como México, Brasil, Colombia y otros.
En el mismo plano de la política exterior la decisión del presidente Milei de regalar dos helicópteros de fabricación rusa a Ucrania, que volaban entre el continente y la Antártida, además de dos barcos con ayuda de alimentos y otros a ese país, contrasta en las últimas horas con su actitud ante la muerte de 13 personas, y daños gravísimos provocados por tormentas huracanadas y tornados en esta capital y la provincia de Buenos Aires.
En su visita a la ciudad más afectada, Bahía Blanca, Milei habló de la solidaridad, pero dejó en claro, que esperaba que la situación se resolviera con “los recursos existentes” desvinculando al Estado nacional de sus funciones como tal, lo que ahora se compara con su actitud hacia Ucrania.
En tanto, el gobierno de la provincia de Buenos Aires, de la peronista Unión por la Patria, advirtió que no aplicará el protocolo de Bullrich contra la marcha. “No lo vamos a aplicar porque no estamos de acuerdo. Criminaliza la protesta (…) me parece que lo que se ha hecho sobrepasa un límite que hemos tenido todos estos años de democracia", dijo el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco. Esto fue después que Bullrich advirtió que las fuerzas a su cargo “van a intervenir frente a cortes, bloqueos, sean parciales o totales".
Además Bullrich amenazó con detener a las personas que viajen en los trenes supuestamente para asistir a la marcha “se le sacarán fotografías”, habrá requisas, como si se estuviera bajo una dictadura militar.