Austin, Texas. Grupos de derechos civiles presentaron el martes una demanda contra el estado de Texas por una ley que permitiría a la policía detener a migrantes que crucen la frontera ilegalmente y que permitiría a jueces ordenar su deportación.
La demanda, presentada ante un tribunal federal en Austin, surge menos de 24 horas después de que el gobernador republicano Greg Abbott promulgó la ley en una ceremonia en la frontera, en Brownsville. La ley entra en vigor en marzo.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), su filial en Texas y el Texas Civil Rights Project, a nombre del condado de El Paso y dos grupos de ayuda a migrantes, dicen en la demanda que la ley es anticonstitucional y viola la ley federal.
El director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steve McCraw, y el fiscal general del 34to distrito judicial Bill Hicks, mencionados como demandantes, no respondieron a pedidos de comentario.
“Esta ley vulnera principios constitucionales fundamentales y viola la ley federal de inmigración mientras que perjudica a los tejanos, particularmente las comunidades negras e hispanas”, declaró en un comunicado Adriana Piñon, directora legal de ACLU of Texas.
El control de la inmigración es una responsabilidad federal. Pero la ley firmada por Abbott permite a cualquier oficial de la ley en Texas arrestar a personas sospechosas de haber ingresado al país ilegalmente. Los detenidos podrán aceptar la orden del juez de salir de Estados Unidos o ser procesados bajo cargos de ingreso ilegal. Los migrantes que no abandonen el país podrían ser procesados nuevamente bajo cargos más severos.
Los opositores han calificado la ley como el intento más dramático de darle a las policías locales o estatales responsabilidades migratorias desde una ley en Arizona en 2010 que fue mayormente anulada por la Corte Suprema.
Los republicanos en Texas dicen que el gobierno del presidente Joe Biden no está haciendo lo suficiente para asegurar la frontera sur de Estados Unidos, que se extiende por 3.149 kilómetros (1.950 millas). En otras gestiones que han desafiado la autoridad del gobierno federal en el tema, Texas ha despachado en autobús a más 65.000 migrantes a otras ciudades desde agosto de 2022 y recientemente colocó alambrado cortante a las orillas del río Bravo, fronterizo con México, que ha atrapado y herido a algunos migrantes.