Ciudad de México. La economía informal en México alcanzó niveles máximos en 2022, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Al cierre de 2022, la economía informal tuvo su mayor tamaño relativo en la economía mexicana desde que se tiene registro en 2003, al tocar una participación de 24.4 por ciento del PIB nacional. Así, estimó el Inegi, por cada 100 pesos del PIB del país, las personas ocupadas formalmente siguieron generando la mayor cantidad con 76 pesos, mientras que las ocupadas en informalidad, 24 pesos.
El Instituto dio a conocer la Medición de la Economía Informal (MEI) 2022, preliminar, en donde presentó que la economía informal –en términos de su valor agregado bruto; es decir, producto interno bruto (PIB) menos impuestos netos a los productos y servicios–, superó la participación máxima de 2009, cuando alcanzó 24.2 por ciento.
Cabe destacar que en 2019 repuntó a 23.3 por ciento, luego que en el 2018 alcanzó una contribución de 22.8 por ciento, para el 2020, año de que inició la pandemia de covid-19, descendió a 22.1 por ciento, debido a que casi toda la actividad productiva se detuvo y la movilidad de la población se desplomó por la emergencia sanitaria. En 2021 y 2022 han vuelto a repuntar (24 y 24.4 por ciento, en ese orden).
Desglosando al total de la economía informal en sus componentes, en 2022, el sector informal contribuyó al PIB con 13.3 por ciento y las otras modalidades de informalidad con 11.1 por ciento; ambos componentes subieron respecto al año anterior y el sector informal alcanzó su máximo nivel.
Una indicación de la baja productividad de la economía informal es que, mientras que en 2022, la población ocupada en condiciones de informalidad generó 55.4 por ciento, aportaron solamente 24.4 por ciento del PIB; el sector formal aportó 75.6 por ciento del PIB y de este porcentaje, 44.6 por ciento provino de la población ocupada formal.
Informalidad por sectores
La economía informal tuvo efectos en la distribución de las participaciones sectoriales en 2022, con respecto a 2021. El comercio al por menor disminuyó su participación de 29 a 28.7 por ciento; construcción pasó de 14.6 a 14.4 por ciento y el sector agropecuario, de 11.1 a 11.4 por ciento. Por otra parte, las industrias manufactureras aumentaron de 13.6 a 13.9 por ciento; comercio al por mayor se mantuvo en 7.3 por ciento y otros servicios excepto actividades gubernamentales, aumentó de 5.9 a 6.0 por ciento.
Así, el comercio al por mayor fue la actividad económica con mayor participación en el total del PIB informal, con 28.7 por ciento; le siguió la construcción, con 14.4 por ciento; manufactura, 13.9 por ciento; agropecuarias, 11.4 por ciento, y comercio al por menor, 7.3 por ciento.
En términos reales se observó un incremento del PIB de 3.9 por ciento en el total de la economía en 2022 con respecto a 2021; la economía formal subió 3.9 por ciento y la informal 3.8 por ciento.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la población ocupada en la informalidad ascendió a 31.8 millones de personas en 2022, lo que representó 54.9 por ciento de la población ocupada en el país.
Organismo internacionales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estiman que 65 por ciento de la población de la región vive en hogares que dependen total o parcialmente del empleo informal. Mientras la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) prevé que 43 por ciento de las personas en América Latina depende enteramente del empleo informal.