Moscú. El presidente ruso, Vladimir Putin, declaró confiado el jueves que su país tiene margen para "avanzar" pese a las sanciones económicas y al conflicto en Ucrania, donde afirma que solo cesará la ofensiva cuando Moscú logre sus "objetivos".
Durante una gran rueda de prensa para hacer un balance del año, el presidente ruso se mostró convencido de que el tiempo estará de su parte en Ucrania en 2024 y de que los reveses sufridos por su ejército son cosa del pasado.
Este evento fue anulado el año pasado, cuando las tropas rusas sufrieron reveses y la economía se resintió por las sanciones de las potencias occidentales.
Pero casi dos años después del inicio de la ofensiva, que comenzó en febrero de 2022, Putin expresó su satisfacción con las operaciones lanzadas por el ejército ruso desde el fin de la fallida contraofensiva de los ucranianos.
"En casi toda la línea de contacto, nuestras fuerzas armadas mejoran sus posiciones", declaró.
Putin, de 71 años y que fue elegido presidente de Rusia por primera vez en 2000, compareció con un semblante relajado. La semana pasada anunció que se presentará para un nuevo mandato con el que podría permanecer en el Kremlin hasta 2030.
Firme con sus objetivos
El mandatario afirmó que después de casi dos años de combates, sus objetivos en el país vecino siguen siendo los mismos: "la desnazificación y la desmilitarización de Ucrania y su estatuto de neutralidad".
"Habrá paz cuando logremos nuestros objetivos", añadió, insistiendo en que la solución "se negociará o se obtendrá por la fuerza".
Putin también aseguró que no hay planes para una nueva movilización militar en Rusia. "A día de hoy no es necesario", consideró.
Poco después indicó que actualmente hay 617 mil soldados desplegados "en la zona de hostilidad", pero no desveló las pérdidas desde el comienzo de la ofensiva el 24 de febrero de 2022, que Estados Unidos estima en 315 mil soldados rusos heridos o muertos.
En cuanto a la resistencia de la economía rusa ante las sanciones, el dirigente se mostró igualmente confiado.
El país tiene un "margen de seguridad suficiente" debido a la "fuerte consolidación de la sociedad rusa", la "estabilidad del sistema financiero y económico del país" y el "aumento de las capacidades militares" de Moscú, aseguró.
Este margen es "suficiente no solo para sentir confianza, sino también para avanzar", dijo, añadiendo que espera un crecimiento del PIB del 3.5% este año.
Moscú sigue vendiendo sus hidrocarburos, generando ingresos suficientes para financiar el esfuerzo bélico y centrar la economía en la producción de armas y municiones.
Presión militar en Ucrania
En el frente, la contraofensiva ucraniana lanzada en junio fracasó y las fuerzas de Rusia retomaron la iniciativa, ganando terreno en las últimas semanas.
Sólo en la noche del miércoles, el ejército ruso lanzó 42 drones contra el sur de Ucrania. Kiev afirmó que derribó 41 de ellos, pero la magnitud del ataque ilustra la creciente presión militar ejercida por Moscú.
Por su parte, el ejército ucraniano lanzó nueve drones contra Rusia, que según Moscú fueron todos derribados.
Las declaraciones de Putin coincidieron con una cumbre crucial en Bruselas durante la cual Ucrania esperaba asegurar su camino hacia la adhesión a la Unión Europea, una campaña obstaculizada por el primer ministro húngaro Viktor Orban, aliado del mandatario ruso.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, argumentó que "no es el momento para medias tintas o vacilaciones".
"No le den [a Putin] su primera -y única- victoria de este año", pidió a los dirigentes europeos.
Vladimir Putin comparó durante su rueda de prensa la situación en Ucrania con la guerra entre Hamás e Israel.
"Miren la operación militar especial y miren lo que está ocurriendo en Gaza y verán la diferencia. No hay nada parecido en Ucrania", aseguró el presidente.
"Lo que pasa [en Gaza] es una catástrofe", añadió.
Putin también indicó el miércoles que está "en contacto" con Washington acerca de dos ciudadanos estadounidenses detenidos en Rusia: el periodista de The Wall Street Journal Evan Gershkovich, arrestado en marzo por cargos de espionaje, y el ex marine Paul Whelan.
"Queremos llegar a un acuerdo. Y estos acuerdos deben ser mutuamente aceptables y convenir a ambas partes", declaró, respondiendo a una pregunta sobre un posible intercambio de prisioneros.