San Nicolás de los Garza, NL. El frío en Nuevo Léon está acompañado de lluvia. Asistir a un partido de futbol bajo estas condiciones obliga a miles de aficionados a perder de vista lo que resulta confortable, sobre todo en una final. Por eso no resulta extraño que cientos de personas acudan con impermeables, chamarras y bufandas al estadio Universitario, sede del primero de dos capítulos entre Tigres y América por el campeonato de Liga.
Mientras las calles del centro y norte del estado presentan inundaciones, las horas de espera en las puertas del templo felino se vuelven eternas. Autoridades del municipio de San Nicolás de los Garza han puesto en marcha un operativo con mil 200 elementos de seguridad en diferentes puntos, con el fin de agilizar la circulación de vehículos, evitar confrontaciones entre grupos de animación y capturar a quienes revendan boletos en los alrededores del estacionamiento.
A pesar de la vigilancia que existe, varios grupos de personas se reparten sobre la avenida Universidad, principal punto de conexión entre transportes, para ofrecer entradas entre 3 mil y 5 mil pesos, según la zona disponible. “Entre más se acerque la hora, el precio sube”, advierte uno de ellos mientras los primeros seguidores felinos se dan cita en el Volcán.
Tigres no sólo estará cobijado por su afición dentro del terreno de juego, sino también afuera: en transportes y avenidas de San Nicolás donde ondean banderas con la U de Nuevo León y se expresa el amor legítimo de una identidad que los obliga a ganar, porque ya es casi una costumbre desde 2011. “¡Vamooos Tigreees/ te quiero veer/ campeóóón/ otra veeez!”.
En total, de ese año hasta ahora son 12 trofeos oficiales: 6 Ligas, una Copa Mx, 4 Campeón de Campeones y una Concachampions. Sólo el Toluca (7), Pachuca (7) y Santos (6) lograron un dominio tan marcado en torneos cortos. Esa es la nueva cultura de un club que se olvidó de pelear por no descender y ahora está a la altura de los más ganadores.