Bogotá. Las empresas no financieras de América Latina enfrentarán un panorama negativo el próximo año por el mantenimiento de tasas de interés altas, el lento crecimiento económico de la región y bajos precios de las materias primas proyectados por la desaceleración de China, consideró este miércoles Moody's.
La agencia calificadora de riesgos dijo que si bien las condiciones crediticias de las compañías latinoamericanas serán mejores que las de 2023, el crecimiento desigual y costos de endeudamiento aún altos afectarán el gasto, la inversión y el empleo.
“Las estrictas condiciones financieras se mantendrán hasta que se disipe la incertidumbre del mercado en torno a la trayectoria que seguirán las tasas estadunidenses, lo que limitará las opciones de financiamiento, especialmente en más de dos tercios de los emisores corporativos de grado especulativo calificados de América Latina”, precisó Moody´s en un reporte.
Además, la calificadora advirtió que el fenómeno climático de El Niño persistirá al menos hasta mediados del próximo año, contribuyendo a la inestabilidad de los precios de las materias primas agrícolas, metalúrgicas y mineras, además de provocar disrupciones operativas en gran parte de la región.
Caso México
En México, las medidas para acelerar la finalización de proyectos aumentan el riesgo de una intervención por parte del gobierno, aunque el país se beneficiará por el mantenimiento de inversiones relacionadas con el nearshoring (como se le llama a la relocalización hacia México de empresas) y una mayor actividad económica en las industrias automotriz, inmobiliaria y de tecnología de las comunicaciones.
Para el caso de Chile, un plebiscito que se realizará el próximo 17 de diciembre para ratificar o rechazar la propuesta de una nueva Constitución podría elevar la volatilidad financiera y económica de su vecina Argentina.
En Colombia, el riesgo de cambios de políticas en torno a la descarbonización y la distribución de energía reduce las perspectivas de inversión pese a los contrapesos institucionales.
“Los factores clave que podrían cambiar la perspectiva a estable de las empresas no financieras de América Latina incluirían una flexibilización de las condiciones financieras más rápida de lo previsto, además de producción y precios de los commodities superiores a lo esperado, lo que contribuiría a un mayor crecimiento económico y mejores resultados”, concluyó el informe.