Vale recordar que el campeón
de los derechos humanos es el país avanzado que menos ha ratificado los tratados en la materia. Estados Unidos es el único país en el mundo que aún no ratifica la Convención de los Derechos de los Niños –el tratado internacional más suscrito de todos. Tampoco ha ratificado la Convención sobre la Eliminación de Discriminacion contra las Mujeres ni la Convención sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ni varios protocolos adicionales a otras convenciones. A la vez, no sólo no ha ratificado a la Corte Penal Internacional dedicada a enjuiciar a acusados de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, y aunque ha amenazado con proceder contra otros regímenes adversos ante esta instancia, ha rechazado que esa misma corte tenga cualquier jurisdicción sobre estadunidenses.
A la vez, el juez mundial también tiene un problema de autoridad moral por la situación de derechos humanos dentro de su propia casa. En un informe del Comité de Derechos Humanos de la ONU sobre el cumplimiento de Estados Unidos de sus obligaciones bajo el Convenio Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos emitido en noviembre, se resaltan violaciones en torno a derechos indígenas, del voto, derechos de inmigrantes y más, y propone que se asegure que jamás repita su práctica de separación de familias inmigrantes, que se establezca un instituto nacional de derechos humanos, y que se reformen leyes criminales incluyendo la abolición de la pena de muerte, y la penas de cadena perpetua para menores de edad.
Más aún, en noviembre, la relatora especial de la ONU sobre racismo y xenofobia, Ashwini K.P, advirtió, después de una visita de investigación, que Estados Unidos está en un parteaguas crítico en la lucha contra el racismo y la discriminación
, afirmando que detectó manifestaciones de racismo sistémico en todos los estados que visitó y que estas manifestaciones de racismo impactan aquellos de grupos raciales marginados en cada etapa de sus vidas, histórica, sistemática e institucionalmente
.
El informe anual más reciente de Amnistía Internacional sobre Estados Unidos detalla las deficiencias actuales en derechos humanos dentro de este país, resaltando la anulación de derechos de las mujeres, delitos de odio, violación de derechos de migrantes, del derecho a la asamblea, detenciones arbitrarias, tortura, ejecuciones extrajudiciales y violaciones al derecho a la vida, sobre todo por la violencia de armas de fuego (https://www.amnesty.org/es/location/americas/north-america/united-states-of-america/report-united-states-of-america/).
Obviamente, nada de esto fue reconocido en las declaraciones oficiales de Washington en este día. “Vivimos por el principio de que toda persona nace libre e igual con derechos humanos inherentes. Este principio… fue cristalizado hace75 años hoy por la Asamblea General de la ONU”, declaró el Departamento de Estado ayer, agregando que ante actos de abusos, atrocidades, genocidio, y violación de libertades, tenemos que presionar para mayores protecciones de derechos humanos y promover el rendimiento de cuentas donde veamos violaciones o abusos de derechos humanos y libertades fundamentales
.
Aparentemente sigue perdido el espejo entre la cúpula (https://www.jornada.com.mx/2023/12/10/mundo/017n1mun)
Los que sí buscan poner en hechos los dichos en la famosa declaración universal de derechos humanas, cuyo 75 aniversario se festejó ayer, son los que aquí siguen luchando por una democratización –y los derechos y las libertades prometidas– de este país. Todo lo demás son palabras bonitas (y tramposas).
Playing for Change. All along the Watchtower. https://www.playingforchange.com/videos/all-along-the-watchtower-song-around-the-world