Ciudad de México. En el arranque de una semana clave en materia de política monetaria mundial, el peso mexicano perdió este lunes frente a la divisa estadunidense. La moneda nacional se depreció 0.23 por ciento, para cerrar en 17.4003 unidades por dólar spot.

De acuerdo con datos del Banco de México (BdeM), el tipo de cambio operó entre un máximo de 17.4690 unidades y un mínimo de 17.3990 unidades.

La depreciación del peso mexicano estuvo en línea con la fortaleza del dólar, que con menor gasolina, siguió fuerte frente a la canasta de seis monedas internacionales, según su índice DXY, al avanzar 0.06 por ciento, a 103.700 unidades.

Los inversionistas se enfrentan esta semana a una importante agenda macroeconómica. Este martes en Estados Unidos se publica la inflación de noviembre, que el mercado espera en una tasa anual de 3.1 por ciento, mientras que el miércoles 13 será la publicación de la inflación al productor, que el mercado estima en 1.1 por ciento anual. Asimismo, el miércoles será el último anuncio de política monetaria de la Reserva Federal en el año y el jueves el del BCE y el Banco de México.

A la espera de nuevas pistas de ruta y de que los bancos centrales mantendrán las tasas de interés sin cambio, Wall Street arrancó la semana al alza. El S&P 500 ganó 0.39 por ciento, a 4 mil 622.44 unidades; mientras que el Dow Jones avanzó 0.43 por ciento, a 36 mil 404.93 unidades; y el Nasdaq subió 0.20 por ciento, a 14 mil 432.49 unidades.

El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) ganó 0.08 por ciento, para cerrar en 54 mil 439.12 unidades.

Este lunes, el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró con una leve subida del 0.1 por ciento, hasta los 71.32 dólares el barril, mientras continúa la preocupación entre los inversionistas de que se produzca un exceso de oferta del energético. Por su parte, los contratos de futuro para febrero del crudo de Brent subían 0.19 dólares, hasta 76.03 dólares. 

Los últimos datos macroeconómicos y los mensajes más recientes lanzados desde los bancos centrales han alentado la idea de un adelanto notable de los plazos para materializar el cambio de ciclo monetario, y este adelanto se ha convertido en el principal motor de las subidas de la Bolsa en las últimas semanas.