Ciudad de México. Mayores niveles de consumo, un sólido avance en la inversión por el fenómeno de relocalización de empresas (nearshoring) y la culminación de las obras insignia del gobierno llevaron a BBVA, el banco de mayor presencia que opera en el país, a incrementar sus pronósticos de crecimiento para este año y el próximo.
La estimación de 2023 pasó de 3.2 a 3.4 por ciento, mientras que la del siguiente año incrementó de 2.6 a 2.9 por ciento.
Estas estimaciones son similares a las que tiene el Banco de México (BdeM), que anticipa un crecimiento del PIB de 3.3 por ciento este año y de 3 por ciento el próximo.
Saide Salazar, economista principal de BBVA, precisó que los nuevos estimados están basados en que el consumo, el componente que aporta dos terceras partes del PIB, ha crecido mejor a lo esperado, al mismo tiempo que el empleo se mantiene en buenos niveles y las ganancias de las personas han incrementado.
Expuso que el sólido dinamismo del consumo prevalecerá el siguiente año, además que se anticipa que haya un elevado gasto público como resultado del proceso electoral, y las inversiones seguirán en aumento debido al fenómeno de relocalización de empresas.
Sin embargo, puntualizó, el nearshoring tendrá un mayor impacto en los siguientes meses, toda vez que actualmente las nuevas inversiones solo aportan 8.5 por ciento a la Inversión Extranjera Directa (IED). Hoy en día, enfatizó, lo que más aporta al crecimiento es el consumo y la construcción.
Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA, señaló que la principal razón por la que el estimado de crecimiento ha ido al alza a lo largo del año es que a inicios de 2023 la expectativa de una recesión en Estados Unidos era alta, pero ello no ha ocurrido.
Detalló que si bien el siguiente año el gobierno deberá concluir sus obras insignia y el sector de la construcción perderá dinamismo, esto se verá compensado por las inversiones que realicen las empresas extranjeras en el país.