Stephany Mayor, delantera de la selección nacional femenil, cree que la maternidad es también el inicio de entrañables postales de triunfos y derrotas. No se imaginaba que en un deporte donde ha sido varias veces campeona con Tigres, capitana y mundialista, se convertiría en madre de dos pequeños que son una puerta para descubrir la vida plena. Cada que los veo es una ilusión diferente
, menciona la llamada Generala con la seguridad de que su esposa Bianca Sierra, quien llevó en su vientre a los mellizos Kenzo y Nova, comparte la visión de lo que proyecta desde hace unos meses su futuro.
Tanto Bianca como yo disfrutamos mucho del embarazo y ahora de los bebés. Saber que están ahí, después de varios meses, me abrió los ojos a una vida plena
. Tan acostumbrada a las emociones alrededor del juego, Mayor describe su núcleo familiar como un equipo que produce sus mejores recuerdos. Este año ser mamá me abrió el panorama y los ojos a una vida plena, es un regalo que disfruto cada momento
, agrega.
Aunque el circuito profesional implica una serie de situaciones que no son siempre contempladas para las madres futbolistas, la seleccionada de 32 años quiere seguir compitiendo hasta que pueda. Por ella, por Bianca y la vida que les espera con sus dos hijos. Por eso venir a la selección siempre será un orgullo. Todas sabemos el reto que nos exige jugar aquí y lo tomamos con la idea de generar nuevos aires
, explica antes de enfrentar a Trinidad y Tobago en las eliminatorias rumbo a la Copa Oro de Concacaf.
Para nosotras cerrar el año invictas va a ser un logro, nos ganamos una palomita por el nivel que mostramos. Pasar al siguiente nivel supone retos diferentes, enfrentar a equipos con mayor experiencia y competir de la mejor manera en la Copa Oro. El secreto está en el trabajo. Contra Trinidad y Tobago hay que sacar lo mejor de cada una, no hay mejor motivación que terminar esta parte del proceso con broche de oro
.
Sobre ese siguiente paso al que se refiere Mayor, el entrenador Pedro López considera que las bases sentadas en su proyecto deportivo han catapultado a su plantel a un nivel que no se tenía antes. Después de un año en el que hemos estado venciendo a rivales en una situación similar a la nuestra, ahora es momento de dar el siguiente paso y convertirnos en un equipo grande
, establece el español luego de las conquistas en San Salvador (Juegos Centroamericanos y del Caribe) y Santiago de Chile (los Panamericanos).
“Esa competencia ante rivales más fuertes nos va a mostrar los pequeños detalles que debemos mejorar para alcanzarlos, no sólo si somos mejores o peores. Estas jugadoras tienen la capacidad de estar a ese nivel sin ninguna duda. Las herramientas que han ofrecido los clubes y la Federación Mexicana de Futbol para que ellas puedan desarrollarse como profesionales ha sido fundamental. En 2024, el objetivo es medirnos contra selecciones top y que eso nos haga crecer más. Voy a valorar más cada uno de los resultados”, expone.
Además de la Copa Oro, el Tri femenil espera cerrar dos partidos amistosos en abril contra rivales mundialistas. En julio, fecha compleja por las competencias en desarrollo, enfrentará a uno de los cinco mejores combinados del mundo
, según López, aunque resta que la FMF realice el anuncio oficial.