Guadalajara, Jal. Pedro Uc Be (Buctzotz, Yucatán, 1963) es un poeta maya guardián que en su obra denuncia la barbarie en los territorios de México; su poesía clama desde la milpa, pide a gritos recuperar su lugar sobre la tierra
, dijo su colega Mikeas Sánchez al presentar al escritor, quien recibió un homenaje en el octavo Encuentro de Literaturas en Lenguas Originarias de América, que se realizó en el contexto de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
La actriz y activista Ofelia Medina fue la encargada de entregar a Uc un cuadro huichol elaborado con estambres, un símbolo, un nearika, la palabra sagrada de los wixáricas que son de estas tierras, porque ustedes los mayas y ellos son los guías de esta humanidad doliente
.
El poeta explicó que en los pueblos originarios “la noche ha sido muy larga, muy oscura y muy densa; sin embargo, en estos más de 500 años de noche han aparecido algunas estrellas y la Luna, que han generado luz en nuestro caminar.
“Esas estrellas y Luna no nos han abandonado. Se ven y también se escuchan con una luz que habla, que canta, que alegra los corazones. Para los mayas, la luz de la Luna es sumamente importante, porque nos marca un tiempo de siembra, qué tipo de semilla tenemos que usar y cómo queremos los frutos.
“Esta conexión que tenemos con las estrellas y la Luna hace que esta noche, a pesar de ser muchas veces densa, nos permita sobrevivir. En las comunidades mayas nos regalamos no sólo el agua, sino la comida, y ahora nos enfrentamos a ciudades donde esto no sucede.
“Nos enfrentamos a espacios pequeños cuando estamos acostumbrados a terrenos grandes para vivir. Nos enfrentamos a un nuevo idioma. Pero no sólo eso: con las vías del tren lo primero que llegó fue el crimen organizado, que está acaparando espacios con mucha rapidez.
“Están pasando cosas en nuestras comunidades que nunca habíamos visto ni oído, como la desaparición de mujeres o cuerpos embolsados tirados junto a las bardas.
La actriz y activista Ofelia Medina entregó a Pedro Uc un cuadro huichol elaborado con estambres, “un símbolo, un nearika, la palabra sagrada de los wixáricas que son de estas tierras, porque ustedes los mayas y ellos son los guías de esta humanidad doliente”. Foto Arturo Campos Cedillo
¿Por qué estoy contando esto, si hoy venimos a hablar de literatura? Porque de eso escribo. No comencé a escribir porque me llamó la atención el romanticismo español, sino porque fue una necesidad para tratar de generar esperanza a mi sueño y al de mi comunidad. Así comencé a escribir desde este dolor.
Palabras de la comunidad
El poeta insistió en que las palabras que habitan su obra están recogidas de las comunidades, no son mías, están cargadas de energía, de dolor, pero también de esperanza. Para nosotros este espacio (en la FIL) es una estrella que ilumina nuestro camino
, insistió.
Después compartió un poema en lengua maya, que aún no tiene traducción al español, “pero que quiere decir que las personas que traicionan una causa como la defensa de la tierra, sin darse cuenta se van descomponiendo y les va saliendo un olor desagradable que va minando a la comunidad.
“Muchas veces, aunque no somos cómplices de esas decisiones, nos pringa el mal olor de esas acciones de traición y la comunidad comienza a apestar por culpa de la traición. Apestamos a traición no porque la comunidad sea traidora, sino porque alguna fruta se fue pudriendo. Nuestras aguas se pudren, nuestros cuerpos se pudren, y solamente se pudren cuando traicionamos la causa más importante para nosotros: nuestra tierra.
Por eso en la asamblea decimos: la tierra no se vende ni se renta.
La poeta maya Mikeas Sánchez agregó que a los nacidos en la Abya Yala, hijos de la oralidad, herederos de la memoria
, todavía les falta contar “las historias de violencias que sufrieron nuestros ancestros para resguardar esa memoria.
“Cada pueblo colonizado ha creado sus propias estrategias de resistencia, de sobrevivencia. La poesía de Pedro Uc es un asomarse a ese dolor, a esa impotencia de ver una asamblea ejidal cooptada por intereses capitalistas.
“Sin embargo, el poeta sigue siendo el guardián de la palabra, un Aj K’iin moderno, porque los pueblos nativos hemos aprendido a reconfigurarnos una y otra vez, de otra forma no hubiésemos sobrevivido a las políticas de exterminio. El guardián de la palabra cumple esa encomienda que es la de sensibilizar a los otros, incluyendo a los agresores e indiferentes.
“Pedro Uc ejerce su oficio como guardián de la palabra, es su derecho de nacimiento, como heredero del Aj Meen, pero también es una actividad de enorme riesgo en una América Latina asediada por la violencia, donde sólo en México, en lo que va de 2023, han sido asesinados 31 defensores del medio ambiente.
Este homenaje a Pedro Uc en el octavo Encuentro de Literaturas en Lenguas Originarias de América es un llamado al Estado mexicano no sólo para mejorar los mecanismos de protección para los defensores del territorio, sino para repensar el modelo económico que avala la destrucción irreversible del planeta.