Ciudad de México. Entre el cierre constante de calles y la invasión de comerciantes ambulantes se ven inmersos todos los días visitantes, turistas y comerciantes establecidos en el Centro Histórico.
Practicante no hay día que no haya cortes a la circulación mientras el ambulantaje se expande hacia zonas donde las autoridades habían resuelto el problema, con un costo muy alto pues entregaron alrededor de 50 plazas comerciales a organizaciones de estos comerciantes, advierten comerciantes establecidos de la zona.
Sin embargo a la fecha no sólo han regresado al Eje Central sino a calles del primer cuadro donde no había permiso para ello como Madero, Motolinia, Gante mientras en el Perímetro B invaden un tramo de la calle de Independencia y se apropian de las fachadas de diversos comercios establecidos en la calle de Dolores.
Empero los cierres constantes incrementan cada día más esta zona, señala, Sergio Shubich, empresario joyero.
“No hay día donde la policía de tránsito que se encarga de dirigirlo en el Centro Hstórico, no cierren las calles con algún pretexto insignificante o bien simplemente por cerrar sin ningún motivo.
Cada día se complica más el entrar o salir del centro a los cierres cotidianos de suma el mal llevado control vehicular en la Calzada Izazaga con los cierres por el tema de las obras del Metro”.
Ni que decir de la calle de Palma a la altura de 5 de Mayo; sin motivo alguno la cierran ocasionando un caos con el tráfico que a veces llega hasta Eje Central sin que haya un motivo aparente para que cierren.
“Tristemente los elementos de tránsito no están bien capacitados y peor aún siempre están con su celular en la mano”.
María Fernanda Islas, de la calle de Madero, señaló, “los cierres están afectando muchísimo las ventas, ya que cierran desde muy temprano, por ejemplo desde la calle de Lucas Alamán, el sábado se cerró desde muy temprano con motivo de un desfile; todavía ni empezaba y ya habían cerrado.
“Me toco desplazarme hacia el panteón español y para salir y regresar al centro me hice 4 horas y media; nosotros pediríamos que por favor dejen de cerrar y se busque una solución, estamos esperando la temporada decembrina y necesitamos tener abierto los accesos para que la gente pueda venir”.
María Elena Camacho, restaurantera, advierte, que la movilidad es esencial para el Centro de la Ciudad pues muchos de sus visitantes se ven impedidos para utilizar el transporte público debido a su saturación y accesibilidad a esta zona con gran vocación comercial.
Sin embargo, “los cierres están siendo lapidarios para el Centro Histórico; en todo el mundo los centros son un punto de economía, de turismo; nosotros hacemos posible el trabajo formal,
“En los planes de peatonalizar el centro no se considera que una gran economía no sólo de la Ciudad sino del país se mueve aquí ya que muchas personas vienen del interior de país a comprar por mayoreo.
Los restaurantes y el resto de los comercios necesitamos mercancías y aún hoy es difícil acceder a los proveedores y taxis y Ubers se niegan a entrar o cobran tarifas muy caras”.