Valle de Santiago, Gto. Desde Guanajuato, entidad gobernada por el Partido Acción Nacional (PAN) y en la que se definirá la gubernatura el próximo año, Claudia Sheinbaum, precandidata presidencial de Sigamos Haciendo Historia (Morena, PT, PVEM), ofreció colaborar para mejorar salarios y la seguridad, y lanzó una crítica directa a los gobiernos guanajuatenses.
“No les ha ido bien últimamente, es que no ha habido buenos gobiernos, han decidido asumir una posición política en vez de ayudar al pueblo de Guanajuato, decidieron no coordinadores con el gobierno de México, que era mejor garantizar sus intereses políticos por encima de los del pueblo de Guanajuato, no hay coordinación en seguridad”, sostuvo durante un encuentro con simpatizantes morenistas en el centro del municipio de Valle de Santiago.
La morenista arribó al lugar por medio de una valla en la que, de un lado, predominó el respaldo para Alma Alcaraz, a quien instantes después Sheinbaum otorgó la constancia como coordinadora de defensa de la transformación, lo que la convierte en la virtual candidata a la gubernatura.
No obstante, del otro lado, los asistentes portaron cartulinas con las que reclamaron imposición en el proceso local con el que se definió la candidatura estatal, y aseguraron que la ganadora del proceso fue la senadora Antares Vázquez.
El petista Gerardo Fernández Noroña, y quien es uno de los coordinadores de la precampaña de Sheinbaum, expresó, casi en tono de reclamo, que para “sacar a los paniaguados” del gobierno en esa entidad no se logrará con divisiones ni con pleitos internos, sino con unidad.
Por su parte, Alcaraz resumió como principales retos que el estado “no tiene estrategia de seguridad”; le falta al menos siete mil policías para llegar al mínimo recomendado, y pese a la cantidad de industria, los sueldos promedios son casi la mitad que en los estados vecinos.
Tras ello, Sheinbaum destacó que, de acuerdo con las encuestas, la población en el estado pide un cambio ante la falta de coordinación de sus autoridades, ya que “es un ejemplo de cómo todo eso que cambió en el país no ha llegado a Guanajuato”.
“Vamos junto con Alma a elevar los salarios en Guanajuato, nunca más un gobierno que presuma los salarios de hambre; y vamos a poner clínicas de adicciones porque es el que tiene más adicciones en todo el país”, agregó.
En tanto, sobre el tema de seguridad, convocó a atenderlo de manera similar a como se hizo en la capital del país, donde se redujo a la mitad los índices de homicidios en su gestión como Jefa de Gobierno.
Opositores se visten de feministas, pero se lanzan contra ella con misoginia.
Previo al encuentro en Guanajuato, durante una conferencia de prensa organizada en San Juan del Río, Querétaro, donde por la mañana sostuvo otro encuentro con simpatizantes de la 4T, Claudia Sheinbaum subrayó que aunque los opositores se dicen feministas, cuando se trata de hablar de ella, aseveran que siempre “le tira línea” el Presidente de la República, y que no tiene “criterio ni ideas propias”.
Ante las críticas de la oposición, Sheinbaum respondió que las hacen porque “no tienen otra cosa que decir. No pueden explicarse cómo es que vamos tan arriba en las encuestas, no dan crédito de que vayamos 25 puntos arriba”.
Después de que el martes acudió a Palacio Nacional, hoy detalló que lo hizo para entregar unos documentos a Alejandro Esquer, secretario particular del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero aprovechó para pasar a saludar al mandatario, platicar de “cosas familiares” y del malestar que tiene el tabasqueño en un pie.
Momentos antes, en un video que grabó a bordo de su automóvil, cuando iba camino al municipio de San Juan del Río, donde encabezó un encuentro con simpatizantes morenistas, la ex jefa de Gobierno también señaló: “Ya saben lo que dicen: fue a que le dieran línea porque, eso sí, son muy buenos para decir que ‘somos feministas y las mujeres piensan por sí mismas’, ah pero en el caso de Claudia, ‘ella no piensa, ella solamente recibe línea’, no bueno, la verdad me da risa”.
Asimismo, advirtió que en redes sociales comenzó una “guerra sucia” con frases clasistas y racistas, que comparó con la manera con la que habla la aristocracia política del país. Pidió estar atentos a los simpatizantes para detectar las mentiras.