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México SA

25 de noviembre de 2023 08:58
El culebrón de Emilio Lozoya parece no tener fin: el gobierno de la República lo denuncia y, en tropel, los impartidores de justicia meten palos en las ruedas en su intento por mantener impune al ex director peñanietista de Petróleos Mexicanos, quien, dicho sea de paso, no es el único involucrado en la corrupta operación de compra de Agronitrogenados (armada como resultado de las privatizaciones salinistas de los bienes de la nación, en este caso la producción de fertilizantes) al mafioso Alonso Ancira.

Entre lo más reciente, está lo siguiente ( La Jornada, César Arellano y Gustavo Castillo): una jueza federal declaró improcedente la acción de extinción que la Fiscalía General de la República (FGR) pretendía aplicar a la residencia de Emilio Lozoya Austin en Lomas de Bezares, Ciudad de México, presuntamente adquirida con los sobornos que recibió para comprar la planta chatarra de Agronitrogenados, que era propiedad de Altos Hornos de México. Sin embargo, aun cuando el exfuncionario obtuvo el triunfo legal, no significa que las autoridades le devolverán el inmueble, ya que la jueza señala que debe haber una sentencia definitiva. Además, la residencia se encuentra en litigio en el proceso penal que se sigue a Lozoya Austin por el caso Odebrecht y la FGR puede impugnar el fallo con un recurso de revisión ante un tribunal colegiado.

Algo más: Ana Lilia Osorno Arroyo, titular del juzgado segundo de distrito en materia de extinción de dominio, determinó que Lozoya compró la propiedad en 2012 por 38 millones 175 mil pesos, cuando la extinción de dominio no se aplicaba en el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, de tal forma que la ley no es retroactiva. Entonces, argumentó, si la compra del inmueble se efectuó en 2012, y esa transacción fue la que motivó la investigación que sirve como base para demandar la extinción de dominio, la acción es improcedente porque la investigación se sigue por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, que no estaba previsto en el artículo 22 constitucional.

Lo cierto es que en el juego del gato y el ratón, que va para cinco años, Emilio Lozoya le ha visto la cara de paisano al sempiternamente lento fiscal Alejandro Gertz, y si ahora está enchiquerado en el Reclusorio Norte es por su propia imprudencia, pues lo cacharon cenando cómodo, sin pena y a todo lujo en un restaurante de Las Lomas. Por eso terminó en cana y es lo único que se le ha ido de las manos, mientras sus cómplices gozan de las múltiples bellezas españolas.

En vía de mientras, el presidente López Obrador se refirió a este asunto y dijo que “esto de la devolución de la propiedad tiene que ver con el mismo caso, pero está resuelto por un juez, no es el Poder Ejecutivo ni la fiscalía, es una decisión de un juez, como las tenemos lamentablemente casi a diario, de jueces que deciden pues liberar estos bienes y cosas peores, dejar en libertad a presuntos delincuentes, y siempre con argumentos o, mejor dicho, con excusas o pretextos legaloides, porque no son capaces de ir al fondo y de entender que se trata de justicia; entonces, aprovechan cualquier supuesto error técnico, jurídico: ‘faltó poner la hora precisa’, ‘no lo detuvieron a las 10, sino a las 12’, no fue el jueves, sino el viernes’, ‘faltó una firma’ o ‘lo que se le encontró no pasaba de cinco armas de alto poder’ o cosas por el estilo. Jueces. Enfrentamos a diario todo esto. Por eso, vamos a insistir en la reforma al Poder Judicial; está muy podrido”.

Y en el jaloneo por los dineros mal habidos que debe devolver, el mandatario detalló que no hay todavía un acuerdo. Nosotros lo que estamos planteando es la reparación del daño, que regrese lo sustraído al Estado, a la hacienda pública, lo que ilegalmente obtuvo. Y hay diferencias en cuanto al monto, ellos están planteando creo que 20 millones de dólares, y Pemex y Hacienda hablan de 100 millones, en esos términos. Por eso no se ha concedido la libertad condicionada, porque no hay ese arreglo.

Pero si existe ese estire y afloje, no cabe duda: Lozoya es culpable, porque siendo inocente, ¿quién pagaría multimillonarias cantidades?

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Twitter: @cafevega

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