Ante la sobresaturación de albergues en la Ciudad de México para migrantes y las recientes “redadas” contra ellos, un centenar de investigadores y organizaciones defensoras de derechos humanos exhortó al gobierno mexicano extender y consolidar la infraestructura estatal para garantizar el efectivo derecho al refugio.
Enfatizaron que muchos de los campamentos que en los últimos meses se han instalado de manera improvisada en calles de la ciudad, se deben a la “dilación y sobresaturación” de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y el Instituto Nacional de Migración (INM).
En un escrito dirigido a estas instancias, a la Secretaría de Gobernación, al Gobierno de la Ciudad de México y a los gobernadores de los estados, los especialistas en migración de distintas instituciones universitarias como la UNAM y la Ibero (Uia), exhortaron a todos los órdenes de gobierno para que desplieguen estrategias con base en el diálogo con las redes de albergues.
También demandaron la apertura de albergues estatales y se cierren o desaparezcan las estancias, estaciones o centros de detención de personas migrantes del INM.
Apuntaron que es urgente que las dependencias nacionales y locales “dejen de recargarse en los albergues de la sociedad civil” para atender las necesidades de los migrantes.
Además, condenaron “la violencia militar y policial” contra ese grupo de personas en movimiento, así como la separación de familias migrantes.
El documento está suscrito, entre otros, por Ramón Martínez Coria, presidente del Consejo Directivo del Foro para el Desarrollo Sustentable; los investigadores de la UNAM, Alfonso Ruiz Núñez, y del Departamento de Geografía Económica, Ana Melisa Pardo Montaño, así como de la Ibero, Andrea Itzel Padilla Mireles, y organizaciones como la Red para Mujeres Migrantes y el Programa de Asuntos Migratorios de la Uia.
En él, repudiaron “la venta de citas en el INM para conseguir diferentes tipos de visados para tránsito o permanencia”, y también expresaron su solidaridad con las personas migrantes, refugiadas y desplazadas, así como su apoyo irrestricto a los albergues y redes de apoyo laicas y eclesiales que les ofrecen refugio.
Los investigadores ofrecieron sus conocimientos a los distintos órganos de gobierno y a las redes de albergues, pues “nos urge un nuevo modelo de gobernanza migratorio basado en la hospitalidad”.
En este sentido, exhortaron al gobierno mexicano a “condenar prácticas de intervencionismo internacional en políticas internas de países, causantes del exilio de millones de los ciudadanos”.