A casi un mes del impacto del huracán Otis en Acapulco y Coyuca de Benítez, en Guerrero, ayer comenzó un regreso a clases presencial paulatino, gradual, diferenciado y flexible en las escuelas donde existan condiciones de seguridad tanto para alumnos como para docentes, afirmó la titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Leticia Ramírez Amaya.

En entrevista con La Jornada, detalló que avanza la revisión técnica de mil 45 inmuebles educativos de todos los niveles en ambos municipios, y aseguró que están por darnos los datos de cuáles son los que tienen daños, aunque hasta el momento no se reportan afectaciones estructurales, por lo que estamos viendo escuela por escuela el proceso de regreso a las aulas.

Ramírez Amaya subrayó que este 21 de noviembre se reactivaron las actividades educativas en la medida de las posibilidades y sólo donde no corran riesgos alumnos ni maestros. No importa que sean pocas o muchas escuelas, lo relevante es ir recuperándolas como espacios de la comunidad y donde los niños puedan platicar la dolorosa experiencia que enfrentaron y encontrarse con sus pares.

Enfatizó que se trata de un regreso a clases flexible; es decir, que si un maestro sufrió afectaciones y no puede acudir a su escuela, que no vaya. No se trata de que regresen a la fuerza, porque ya tienen que estar en el plantel. Queremos que todos vuelvan, pero de forma paulatina y flexible.

En cuanto a los programas estratégicos del sector, indicó que las becas Benito Juárez, que benefician a 12 millones de alumnos de todos los niveles educativos, han generado el mayor impacto en la reducción de la deserción escolar.

Destacó que el abandono en educación primaria pasó de 1.5 por ciento para el ciclo 2006-2007 a 0.3 por ciento para año lectivo 2022-2023; en secundaria se redujo de 7.4 a 2.7 por ciento en el mismo periodo, pero en bachillerato se alcanzó la mayor caída en 16 años, al pasar de 16.3 a 8.7 por ciento.

En educación superior disminuyó de 7.5 a 6 por ciento para el citado periodo. Por lo anterior, comentó, buscamos que en 2024 se incremente el número de becarios, y que el monto del apoyo también se eleve, pues en bachillerato se incrementará de 875 a 920 pesos. En el caso de educación básica, manifestó, a la fecha se apoya a 5.8 millones de alumnos con mayor carencia económica.

Con el programa La Escuela es Nuestra, agregó, también buscamos extender los beneficios, pues se han atendido 134 mil planteles, y esperamos llegar a la totalidad este 2024, con lo que se logrará que los 197 mil inmuebles escolares reciban al menos un vez un apoyo para su infraestructura.

En cuanto a los señalamientos de la Auditoría Superior de la Federación de que la SEP no dio seguimiento en 2022 a la aplicación de los recursos entregados por el citado programa a los Comités Escolares de Administración Participativa (CEAP), sostuvo que se entrega de forma directa a los CEAP un “subsidio para que las comunidades escolares determinen en qué se debe aplicar (…) nosotros no somos supervisores del recurso que damos, la comunidad lo administra y ellos se dan cuenta de cómo se está trabajando”.

La funcionaria afirmó que cuando hay una democracia participativa la gente utiliza bien los recursos, aunque reconoció que puede haber algunos casos en que no lo hagan, entonces se hace la denuncia correspondiente y la investigación, pero en general, en las 134 mil escuelas beneficiadas en el país, no tenemos un manejo irregular de los recursos, al contrario, estiran el dinero lo más que pueden para beneficiar a su escuela.

Sin embargo, resaltó que se ha solicitado a los CEAP que tengan una revisión más rigurosa con mecanismos de control y seguimiento, que se verifique que las administraciones han sido correctas, porque creemos que el trabajo con la gente siempre ayuda y el programa funciona.

Respecto a la autonomía de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), solicitada por alumnos y docentes, señaló que “tienen que tomarse todas las aristas que significan una autonomía.

Desde el punto de vista académico, muy bien, pero desde el enfoque presupuestal debemos revisar cómo lo tenemos que trabajar, y en la organización de los propios alumnos y trabajadores.

No obstante, dijo: cumpliremos lo que nos dicte el Poder Legislativo, lo que pueda avanzarse ahí lo trabajaremos conjuntamente con ellos, y buscaremos que se respete la decisión de maestros y estudiantes.