Buenos Aires. “Van a ser seis meses muy duros, el ajuste lo vamos a tener que hacer” y tomar las medidas necesarias para los que se oponen, dijo este miércoles el presidente electo, Javier Milei, lo que fue considerado como una amenaza abierta, en momentos en que varios sindicatos, entre ellos el de Aerolíneas Argentinas, el de la Construcción y la Confederación General del Trabajo (CGT), se manifestaron en alerta ante el anuncio de que el próximo gobierno no continuará con la obra pública aunque ya esté licitada, para entregarla a manos privadas, lo que supone una ola de desempleo, que agudizaría la crisis social.
Los titulares de Radio Nacional, TV Pública, RTA, Télam y de la gerencia Contenidos Públicos resaltaron que "los medios públicos son esenciales para el fortalecimiento de la vida democrática, la libre expresión, la diversidad de voces y la construcción ciudadana”, en rechazo a la privatización anunciada.
La Federación Internacional de Periodistas (FIP), organismo que nuclea 140 países y 600 mil periodistas, rechazó las declaraciones del presidente electo sobre la privatización de los medios públicos, y afirmó que apoyará a los sindicatos locales del sector en la defensa "del acceso a la información y al empleo".
Además se manifestó solidaridad con sus afiliados en la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatren) y el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Siipreba) en “la lucha por defender el acceso a la información y al empleo", sostuvo la FIP.
En el caso de la privatización de Aerolínas Argentinas, que fue rescatada de una privatización anterior por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante su gobierno, el secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró, dijo en la mañana que si intentaban volver a privatizarla iban a tener que “matarlo”, pero luego aclaró que “no fue una frase feliz”, y afirmó que defenderá la continuidad de la compañía aeronáutica de bandera.
La Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTAA) rechazó también los anuncios de Milei al considerar que se traducirá en un ciclo de despidos masivos por lo cual se declaró en estado de alerta y de asamblea permanente en todos los organismos de la administración pública nacional, provinciales y municipales. De hecho se convocó a una reunión del Consejo Directivo Nacional con representantes de las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para cuatro días después de que Milei asuma el gobierno, el próximo 10 de diciembre.
En medio de este clima, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se reunió para asegurar una transición normal con su par recientemente electa Victoria Villarruel, quien después de una hora de intercambio dijo a la prensa que “pudimos conversar y conocernos”, pero este encuentro había provocado una gran expectativa en el país.
Ya se conoce la posición de Fernández de Kirchner en defensa de los derechos humanos y el negacionismo de Villarruel reivindicando a la pasada dictadura militar, pero todo transcurrió con normalidad.
