Bogotá. El presidente Gustavo Petro reunido con la élite empresarial en Cartagena de Indias y con el ex presidente Álvaro Uribe en Bogotá, dos fotos que ocupan el centro de la escena política en Colombia, reflejan la urgencia del jefe del Estado colombiano por ganar gobernabilidad en medio de un clima de extrema crispación, opinan hoy analistas locales y dirigentes de diversas fuerzas políticas.
A un mes de los adversos resultados electorales del partido de gobierno en los comicios regionales y luego de una sucesión de episodios contra Petro que tuvieron amplio despliegue mediático, el mandatario se reunió durante más de cuatro horas con 10 de los más importantes empresarios “con más peso económico en la producción nacional” con el fin de apagar los fuegos que amenazaban con incendiar la pradera, en busca de sentar las bases para lo que ha llamado “un diálogo nacional”.
Según Jorge Fernández, asesor del presidente y gestor del encuentro, la foto de Petro con los dueños del gran capital “envía un mensaje muy potente a los colombianos y a otros empresarios, un mensaje de confianza, que es lo que nos hace falta”.
Fernández se refirió a “otros empresarios” pues a la cita faltaron los representantes del poderoso Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) y la beligerante familia Gilinski, dueños de la revista Semana, considerada la trinchera de la oposición más radical al gobierno. “Ojalá los empresarios que tanto le han dado a este país no se confíen. Que sepan que el Petro que se reunió con ellos es un lobo con piel de oveja y que en realidad los odia”, escribió la directora de la publicación Victoria Dávila.
Un comunicado emitido tras el encuentro en Cartagena precisó que se abordaron temas como el papel de una educación de calidad en el mejoramiento de la productividad, la inclusión social en los territorios históricamente olvidados, la necesidad de hacer más productivas las tierras fértiles hoy dedicadas exclusivamente a la ganadería y el fortalecimiento de lo que el presidente llama “economía popular” a través de su inclusión por parte del sector financiero.