Ciudad de México. Ante una población creciente, la oferta local de alimentos en México se ha mantenido prácticamente igual en 15 años, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que publicó este martes las cifras definitivas de la novena edición del Censo Agropecuario 2022, el cual se lleva a cabo en el país desde 1930.
La producción de granos se ha mantenido
, informó el Inegi. En 2022 se obtuvieron 34.6 millones de toneladas de los principales granos que se producen en el país (arroz, cebada, frijol, maíz amarillo, maíz blanco, sorgo y trigo), cifra inferior a los 35.1 millones de toneladas que se reportó en el Censo Agropecuario anterior.
En 2007, la población estimada de México superó 105 millones de habitantes, para 2022 se estimó en 130 millones, según datos del Consejo Nacional de Población.
De la producción de 2022, se cosecharon 21.93 millones de toneladas de maíz blanco, cifra superior a las 20.6 millones de toneladas que se reportó en el Censo Agropecuario 2007.
La caña de azúcar fue el primer lugar en cultivos perennes (especies vegetales cuyo desarrollo dura más de un año) en México, según el Censo Agropecuario 2022.
En México existen 29.8 millones de hectáreas de uso agrícola, revelaron las cifras definitivas del censo, lo que representó una ligera caída de 0.32 por ciento con respecto a los datos de la edición de 2007.
Hay un ligero incremento de la producción, pero creo que el análisis que más vale la pena es el regional. En algunas zonas hay más productores, más unidades de producción, en otras hay menos unidades de producción, en algunas hay más concentración y en otras hay más atomización que en 2007. En términos generales, sí hay un ligero incremento
, precisó Susana Pérez, directora general de Estadísticas Económicas del Inegi, durante la presentación del censo.
Entre los principales problemas que enfrenta el sector primario del país están el alto costo de insumos y servicios; pérdidas por factores climáticos; baja de precios o disminución de ventas a causa de la pandemia, e inseguridad; así como bajo crédito y niveles casi nulos de aseguramiento. Asimismo, disminuyó la participación de las mujeres en dicha actividad productiva.
Agricultura protegida
Pese a los resultados de la producción agrícola de 2007 a 2022, Susana Pérez rechazó que haya un abandono del campo, pues no necesariamente podemos verlo así
. Por ejemplo, el gran incremento en agricultura protegida, como invernaderos o riego por goteo, significa rendimientos muy altos, rendimientos muy importantes en algunos cultivos.
Tenemos incrementos en la caña de azúcar, en la producción de agaves y eso habla de un repunte, no necesariamente todos los cultivos van a repuntar cada censo, digamos, algunos van tomando mayor peso, mayor fuerza, otros van teniendo menor demanda. También hay mayor demanda del extranjero, mayor demanda nacional, todo eso influye en los cambios.
En México había 30 mil 179 unidades de producción que practican el sistema de agricultura protegida en 2022, en conjunto, abarcaron una superficie de 77 mil 417 hectáreas. En 2007, apenas se empezaban a contabilizar.
En el caso del jitomate, que tiene una área sembrada total en el país de 56 mil hectáreas, sólo 19 mil hectáreas, lo cual representa un porcentaje de 34.7 por ciento, son superficie de agricultura protegida. Sin embargo, en este 34 por ciento se produce 62 por ciento del volumen total de la hortaliza; es decir, este sistema tiene un rendimiento más alto.
Mujeres e indígenas
Siete de cada 10 productores en México son mayores de 45 años y se observó un incremento en el nivel de escolaridad, principalmente en secundaria, pero el grado de primaria sigue siendo el predominante.
Destaca que 46.3 por ciento de los productores se consideran población autóctona, de los cuales seis de cada 10 de ellos sí habla alguna lengua indígena.
La mano de obra en actividades agropecuarias de las unidades de producción fue de 26 millones 984 mil personas; de ellas, 22.7 millones eran hombres (84 por ciento) y 4.3 millones, mujeres (16 por ciento).
El involucramiento de las mujeres en las labores agropecuarias y del campo resultó menor en casi cuatro puntos porcentuales respecto al censo de 2007, que mostró una participación de 19.7 por ciento.
De acuerdo con el Inegi, las mujeres perdieron terreno en las actividades primarias, pero lo ganaron en puestos laborales del sector de servicios y comercio.