Ciudad de México. Declarada precandidata única a la Presidencia por la coalición Sigamos Haciendo Historia (Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México), Claudia Sheinbaum Pardo expresó que asumió el encargo con la responsabilidad de continuar el rumbo trazado por el pueblo, sin zigzagueos y presentó una lista de 17 puntos de visión estratégica para la continuidad de la transformación.

Además, resaltó que si bien el Consejo Nacional de Morena difundió el proyecto de nación para la siguiente fase de la transformación, a partir de la consulta que organizaron pensadores militantes del movimiento, ella presentará esta semana a un grupo amplio que fortalecerá este programa desarrollando nuevos foros de participación y diálogo durante la precampaña –que empieza hoy en Veracruz–, que enriquecerá el documento.

En una ceremonia donde recibió la constancia, y con el respaldo de las dirigencias de los tres partidos, gobernadores, legisladores y los otros aspirantes, salvo Marcelo Ebrard, que no se presentó, Sheinbaum definió que en la elección del 2 de junio de 2024 el pueblo de México deberá tomar una decisión: seguir por el camino de la transformación o regresar al pasado. No hay otra opción.

Afirmó que, mientras la oposición habla de la reconciliación, lo que no queremos es reconciliarnos con la corrupción, el conflicto de interés, la guerra, la represión y el autoritarismo, o el pasado de privilegios.

Insistió: La autoridad moral y la honestidad no se compran en la esquina. Los adversarios no creen en la unidad ni en la reconciliación que tanto proclaman. Creen en volver al pasado del neoliberalismo; en la triquiñuela de la corrupción, el fraude del cartel inmobiliario y el odio discriminatorio. Los distingue y une un pasado de corrupción y privilegios. Allá no hay proyecto, no hay visión, no hay futuro.

Contrastó que a la alianza refrendada ayer la caracteriza el humanismo. Nos indigna la desigualdad y la pobreza. No creemos en el consumismo ni el poder del dinero, no nos arrodillamos frente al poderoso.

Después de un amplio recuento de la política económica, social y de infraestructura, y del combate a la corrupción del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, expresó: Sí hay Cuarta Transformación de la vida pública de México. El modelo funciona.

Sheinbaum subrayó que asumió la precandidatura presidencial con orgullo y compromiso; con humildad, pero con la plena responsabilidad de continuar el rumbo trazado por el pueblo, sin zigzagueos.

Entre gritos de ¡presidenta, presidenta!, ofreció estar a la altura de las circunstancias y agregó: Vamos a caminar juntos y en unidad. Jamás traicionaré el anhelo del pueblo de contar con una nación más justa, fraterna, soberana, libre y democrática.

Después de anunciar los foros de participación y diálogo, delineó sus 17 puntos de visión estratégica para la continuidad y lo que llamo el segundo piso de la transformación. No propuestas concretas, sino visiones estratégicas, sueños.

Ofreció mantener la austeridad republicana, la disciplina financiera y fiscal, que no habrá gasolinazos ni aumento a las tarifas de electricidad en términos reales, fortalecer los programas sociales, aumentar el salario mínimo por encima de la inflación e impulsar la inversión pública para el desarrollo regional.

Asimismo, dar especial énfasis a la educación pública, dar continuidad y fortalecer al sistema público de salud, fortalecer el acceso a la vivienda digna, garantizar la justicia para los pueblos indígenas y promover la igualdad sustantiva.

También, aprovechar la posición estratégica de México con el T-MEC y la buena relación internacional del país para atraer inversiones, impulsar el desarrollo científico y tecnológico y el desarrollo y promoción de la cultura, así como acelerar la transición energética.

Además, garantizar el derecho al agua, promover la soberanía alimentaria y el apoyo al campo; dar gobernabilidad, paz y seguridad al país, y lograr el denominado plan C, que pasa por cambiar al Poder Judicial y las reformas pendientes.

En el encuentro, a propuesta de la dirigencia de Morena, se rindió un homenaje póstumo con un minuto de aplausos al filósofo e historiador Enrique Dussel.