La falta de efectivos militares en el desfile por la Revolución Mexicana, debido a que muchos de ellos están trabajando en auxilio de la población afectada por el huracán Otis en Acapulco, Guerrero, fue suplida con creces por grupos de los pueblos originarios que participaron en este movimiento transformador, hace 113 años.
Totonacos, otomíes, yaquis, mayas, mixtecos, nahuas, mayos, zapotecas y afrodescendientes de todas las edades marcharon con sus atuendos típicos, machetes, tocados e incluso flores que regalaban al público.
También se incluyó una veintena de autos antiguos, de inicio del siglo pasado. Se recordó que los tratados de Teoloyucan, que permitieron a las fuerzas revolucionarias ocupar pacíficamente la Ciudad de México, en 1914, fueron firmados por el general Álvaro Obregón sobre el guardabarros de un Ford modelo T.
El general José Alfredo González Domínguez, oficial mayor de la Sedena y comandante de este desfile informó que participaron 1416 integrantes del ejército y Guardia guardia Nacional, 120 infantes 700 civiles, 750 charros, 1350 caballos cuatro bandas de guerra, una banda de música 33 vehículos y 23 carros temáticos, concluyendo sin novedad.