La primera intensa jornada del 13 Festival Corona Capital cerró con tres de las más reconocidas bandas a nivel internacional Pulp, Arcade Fire y la cantante y compositora Alanis Morissette.
El crisol sonoro del 13 capítulo del encuentro musical comenzó en el Autódromo Hermanos Rodriguez con la espectacular cantante y compositora Hannah Storm, quien tuvo el honor de abrir el ágape musical, que reunió apenas a un puñado de aferrados que provocaron un sabroso desmadre con su mezcla de indie pop taladrado, aderezado con el sonido clásico setentero.
Pero el verdadero ambiente de festival se dejó sentir cuatro horas después, cuando la penumbra sucedía al Sol, al salir los canadienses de Mother Mother, quienes atiborraron con su música chisporroteante y puso a bailar a todos los reunidos en el escenario del Corona Cero. La banda liderada y formada por el guitarrista y vocal Ryan Guldemond, en conjunto con las voces y sintetizadores de las rubias Molly Guldemond y Jasmin Parkin, quienes también hacen las voces de acompañamiento; el barraquero Ali Siadat y Mike Young en el bajo elevaron el espíritu festivo del Corona Capital.
Una sorpresa resultó el grupo vasco Belako, quienes llenaron con sus guitarrazos y el golpeteo contante de la bataca al ritmo del bajo con su sincretismo eufónico entre el pospunk intenso y el alternativo áspero, con y letras en inglés, español y euskera.
La rubia inglesa Fenne Lily tampoco se quedó atrás y demostró que su folk puesto al día, rociado con alternativo, cautivó a unas centenas de asistentes que cantaron al ritmo de los temas que les tocó, en su mayoría provenientes de su álbum debut On Hold. La joven agradeció las muestras de cariño del público cautivo del Corona Capital.
Quienes también provocaron un movimiento telúrico en el escenario Viva Tent fue el septeto Busty and the Bass, llegaron con electro-soul y hip hop, torneado con R&B y soul, resultó una fuerza de atracción para la de Montreal, Quebec. La banda es conocida por su marca única de música, que incorpora propios y extraños, una agradable sorpresa ver el combo llenando todo el escenario y poniendo a saltar y mover la cabeza al respetable con sus dos vocalistas atacando incesantemente el escenario e interpelándolo, una solvente y estridente sección de vientos y un amplio abanico de géneros musicales.
El surf sicodélico bordeado con garaje y rock de Brooks Nielsen, sí el mismísimo vocalista de The Growlers, llegó, tocó, cantó y enganchó a gran cantidad de fanáticos en el escenario Corona, un estilo genuinamente original, con un carisma que penetró las pupilas de una manera tersa para atisbar y explotar en las cabezas de, para ese momento, miles de asistentes.
También llegaron el trío de rubias californianas de Automatic, que iluminaron el escenario Vans, una irreductible y potentísima propuesta musical sustentada en la inflexible batería de Lola Dompé, que cuenta en su información cromosomática con los genes de Kevin Haskins, sí el mítico baterista de Bauhaus y Love and Rokets; así como la voz y sintetizadores de Itzhel Glaudini y la guitarra de Halle Saxon, poderoso trío femenino que embrujó y fascinó.
La locura desbordante del mozalbete cantautor Claud, se dejó sentir en el escenario del Nívea, se rifó con sus rolas Soft Spot y Wish You Were Gay, con sus sonidos provenientes de los suburbios de Chicago con pantalla y dibujos animados .
Mientras tanto Sophie Allison mejor conocida como Soccer Mom, hizo su debut en México de una forma inmejorable, tocó únicamente media hora pero su indie rock resultó sumamente atractivo.
Otros que crearon la primera parte del Corona Capital fueron los británicos de Yard Act, de la ciudad de Leeds para ser más exactos, hicieron un desmadre en el escenario principal, lo que el público agradeció durante su media hora de actuación, el líder de la banda Ryan Needham, se comportó como si estuviera realizando una acción sonora en vivo, acompañado por sus secuaces Sam Shipstone, Jay Russell, George Townend y James Smith en los instrumentos.