Cuautitlán Izcalli. Para resolver el tema migratorio se requieren “decisiones de fondo, que todos los presidentes de la región lleguen a acuerdos comunes”, pues quienes dejan sus países lo hacen de manera forzada por asuntos políticos, violencia y pobreza, planteó Gustavo Rodríguez Vega, vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), quien también condenó las “redadas” que realizan autoridades migratorias para retirarlos de diversos puntos, como ha sido el caso en el Ciudad de México.
En conferencia de prensa con motivo de la 115 Asamblea Plenaria de la CEM, el arzobispo de Yucatán y ex titular de la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas (Red CLAMOR), reiteró que la atención humanitaria que brinda la iglesia católica a este sector es insuficiente ante el gran flujo de personas. “Estamos desbordados”.
Detalló que la iglesia cuenta con más de 60 casas de migrantes “y sin embargo no nos damos abasto para esta atención” y agregó que los mandatarios regionales deben acordar acciones para favorecer el buen desarrollo de cada nación, para que la gente no se vea obligada a dejar sus países y por otra el “buen trato a los migrantes”, ya que dejan sus países por “la situación que viven, y en forma angustiosa salen a la aventura de sobrevivir; son migraciones forzadas por temas políticos y violencia y sobre todo de pobreza”.
Advirtió que las decisiones deben tomarse de manera colectiva entre los países de América. “No basta que un presidente tenga buenas decisiones a favor de los migrantes, se necesitan de parte de todos”.
Sobre las “redadas” dijo que éstas “son algo muy grave, porque se les da un trato de crimínales, y eso no es justo. Son gente buena que migra no por gusto, sino por necesidad, y se les trata como si fueran criminales que están huyendo, y que están haciendo algún daño; solamente quieren una vida mejor”.
Expuso que este tema fue abordado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante su visita de ayer a la sede de la CEM, y al respecto dijo que el mandatario comentó que “se debe ayudar a los países más pobres a que tengan un mayor desarrollo para que la gente no se vea necesitada en emigrar. El se acuerda cómo en tiempos del presidente (John) Kennedy se daba alguna ayuda de parte de Estados Unidos para el desarrollo de los pueblos más pobres en América”.
Tras remarcar que “es totalmente injusto tratarlos como si fueran criminales”, dijo que las personas migrantes no solo son víctimas de malos tratos e injusticias por parte de autoridades migratorias, sino también por parte del crimen organizando.
“Ellos siempre están en riesgo, no sabemos cuántos hayan muerto en el camino pero ciertamente hay muchos abusos, muchas extorsiones en contra de los que van atravesando por el territorio mexicano”.
