San Francisco. El agresor conspirativo que atacó con un martillo al esposo de la exlíder parlamentaria demócrata Nancy Pelosi en octubre de 2022, pocos días antes de las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos, fue declarado culpable el jueves por un tribunal de San Francisco.
Los jurados condenaron a David DePape por el violento ataque, durante el cual fracturó el cráneo de Paul Pelosi, y también lo declararon culpable de intentar secuestrar a la expresidenta de la Cámara de Representantes.
Su sentencia, que podría llegar a cadena perpetua, será pronunciada en una fecha posterior.
Nancy Pelosi era la tercera persona en importancia del Estado y era regularmente blanco de teorías de conspiración alimentadas por la extrema derecha.
El juicio mostró cómo DePape, un carpintero canadiense en situación ilegal y bastante solitario, se sumergió en un mundo de desinformación antes de actuar.
"Apuntó deliberadamente" a Nancy Pelosi "por su trabajo, su papel en nuestro sistema político", dijo la fiscal Helen Gilbert.
El hombre de 43 años contó durante el juicio cómo se convirtió en un ávido oyente de podcasts de extrema derecha.
En las redes sociales, compartió publicaciones que afirmaban que las élites estadounidenses eran corruptas y practicaban la pedofilia, o que las elecciones presidenciales de 2020 le fueron robadas a Donald Trump.
Paul Pelosi "nunca fue mi objetivo y lamento que haya resultado herido", aseguró DePape, y dijo que lo atacó cuando se dio cuenta de que su "plan estaba esencialmente arruinado".
Al irrumpir en la casa del matrimonio Pelosi en San Francisco con cuerdas, guantes y cinta adhesiva, inicialmente quería agredir a la parlamentaria, que se encontraba ese día en Washington.
Admitió ante los investigadores que planeaba "romperle las rótulas" si ella no admitía las "mentiras" del campo demócrata.
Su plan incluía también otros objetivos, entre ellos el gobernador de California, Gavin Newsom, el hijo del presidente Hunter Biden, y el actor Tom Hanks, según admitió ante el tribunal.
Paul Pelosi permaneció internado durante más de una semana y debió ser operado.
Miembros del Partido Republicano ironizaron en su momento sobre el ataque y expresaron su escepticismo, a pesar de imágenes que lo probaban.
El propietario de X, Elon Musk, se hizo eco en esa red social -antes de borrar esos mensajes- de una teoría conspirativa según la cual la agresión siguió a un encuentro sexual que terminó mal.
Tras este proceso federal, David DePape debe ser juzgado por la justicia de California.