A partir de mañana, especialistas del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) tendrán que empezar a diseñar el Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio Climático, el cual consiste en un "conjunto estructurado y sistemático de mapas que muestran la vulnerabilidad ante el cambio climático y orientan la realización de estrategias dentro del proceso de planeación y adaptación".
En medio del desastre que dejó el huracán Otis en Acapulco y Coyuca de Benítez, en Guerrero, el gobierno federal estableció que el país deberá contar con un atlas que no sólo muestre riesgos, sino el grado de vulnerabilidad que puede tener el territorio nacional ante los embates del cambio climático.
Por ello, estableció un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General de Cambio Climático.
En los ajustes legales se determinó que el gobierno debe elaborar, actualizar, publicar y aplicar el Atlas Nacional de Riesgo y la Política Nacional de Adaptación, y emitir los criterios para la elaboración de los atlas de riesgo de las entidades federativas, "considerando la información del Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio Climático".
Por tanto, el INECC tendrá a su cargo la elaboración, actualización y difusión del Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio Climático, así como ejercer las atribuciones que le confieran otras leyes como organismo público descentralizado.
A su vez, los gobiernos estatales tendrán que actualizar los atlas de riesgo de su competencia, con información proporcionada por el Atlas Nacional de Riesgo y el Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio Climático, en coordinación con sus municipios o demarcaciones territoriales, conforme a los criterios emitidos por la federación.