Culiacán, Sin. El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo este martes que se siente satisfecho por la manera en que cerraron los procesos internos de designación de precandidatos para las próximas elecciones en todos los partidos políticos, en particular en Morena, y reiteró que el mando del movimiento de transformación lo ejerce Claudia Sheinbaum y señaló que quienes insisten en que no es así actúan de mala fe.

En su conferencia de prensa matutina, el mandatario reiteró su reconocimiento a la decisión del ex canciller Marcelo Ebrard de permanecer en Morena, con lo que, sostuvo, demuestra que es un “hombre responsable, consecuente”.

“Me da mucho gusto que se estén llevando a cabo bien las cosas en todos los partidos, en lo que tiene que ver con Morena, que es el que ha estado resolviendo, pues todo ha salido muy bien”, dijo al ser cuestionado sobre el tema.

“Yo ya entregué el bastón, aunque algunos dicen que no es cierto, no me conocen y además siempre actúan de mala fe, siempre cuestionan, pero yo he procurado en toda mi vida pública ser consecuente, siempre hacer lo que digo, lo que pienso, no tengo un doble discurso, una doble moral, no soy hipócrita”, aseveró.

“Estoy muy contento porque ya entregué la dirección del movimiento de transformación a Claudia Sheinbaum, que es una mujer excepcional, preparada”, dijo. “Ellas ya es la que dirige el movimiento de transformación, yo ya estoy dedicado a terminar obras, ya me faltan diez meses”.

Ahí, en referencia a que ayer cumplió 70 años, bromeó: “Como dicen mis adversarios, ya estoy chocheando, aunque todavía estoy bateando arriba de 300”.

Sobre Ebrard, dijo que “por legítimo que sea el interés personal, siempre tiene que ponerse por delante el interés del pueblo, de la nación. Eso es la política, es servicio, un apostolado, no es una actividad lucrativa, es una actividad humana para apoyar al prójimo. Si no se le tiene amor al pueblo, no se es político”.

“Si se está pensando que la política es corrupción, no es eso la política, el corrupto no es político, el racista no es político, el clasista no es político, el que no le tiene amor al pueblo, no es político, es un politiquero, arribista, oportunista, lambiscón, achichincle, cualquier cosa, menos político”.

Con información de Arturo Sánchez Jiménez.