El enfriamiento de la inflación permitirá a la Reserva Federal renunciar a más alzas de las tasas de interés y, de hecho, empezar a recortarlas en mayo, consideran operadores, luego que un reporte del gobierno estadunidense mostró que los precios al consumidor de octubre se mantuvieron sin cambios frente al mes anterior.
Los precios de los contratos de futuros que se ajustan a la tasa objetivo de la Fed prevén sólo alrededor de 5 por ciento de probabilidad de que el organismo eleve su tasa de política monetaria por encima del rango actual de 5.25 a 5.50 por ciento.
El mercado había reflejado una probabilidad de hasta 28 por ciento de un aumento de tasas para enero antes del reporte del Departamento de Trabajo, que mostró que el índice de precios al consumidor subió sólo 3.2 por ciento respecto al año anterior, frente al 3.7 por ciento anual de septiembre.
Los precios de la energía, un punto clave para los consumidores, bajaron 2.5 por ciento en octubre respecto a septiembre.
La inflación subyacente, que excluye precios volátiles, como la energía y los alimentos, aumentó 4 por ciento, el ritmo más lento en más de dos años. Si bien todavía está muy por encima del objetivo de 2 por ciento de la Reserva Federal, la tendencia a la baja podría dar a las autoridades del banco central de Estados Unidos más confianza en que su postura es lo suficientemente estricta para hacer efecto.
De hecho, los operadores y muchos analistas así lo perciben. “Se puede decir adiós a la era de las subidas de tasas”, dijo Brian Jacobsen, economista jefe de Anexo Wealth Management.
Ahora el mercado considera que es más probable que la Reserva Federal aplique su primer recorte de tasas en mayo y finalice 2024 con el tipo de referencia de corto plazo un punto porcentual inferior al actual.
La última vez que la Reserva Federal subió las tasas fue en julio, pero el presidente del banco central, Jerome Powell, dijo la semana pasada que no dudaría en aplicar más alzas si fuera necesario para combatir la inflación.
Los datos del martes reducen la presión para un mayor endurecimiento monetario, pero es improbable que las autoridades del banco central de Estados Unidos canten victoria de inmediato, dijo la economista jefe de Nationwide, Kathy Bostjancic.
La próxima vez que las autoridades se reúnan en diciembre, tendrán a la mano un informe sobre la inflación de este mes, así como una lectura más reciente sobre el mercado laboral, que también se enfrió el mes pasado, con una tasa de desempleo que subió a 3.9 por ciento y mientras los salarios aumentan al ritmo más lento en casi dos años y medio.