Tashkent. Toda generación tiene sus querencias. Cuando se confrontan, unos suelen defender la que el tiempo les permitió ver en su momento y también sucede, que otros descalifican a la contraria. Aún así, en el boxeo mexicano pocos discutirían que Julio César Chávez es el más grande pugilista vivo de este país. Quién será su relevo, si es que existe, ese sí es un debate.
Mientras tanto, el Consejo Mundial de Boxeo decidió honrar a Chávez con un cinturón que lleva su nombre y servirá de premio al campeón de año a partir de este 2023. El primero en obtenerlo será, quién más si no, Saúl Canelo Álvarez.
“Representa el relevo entre dos grandes figuras del boxeo mexicano”, anunció el presidente del CMB Mauricio Sulaimán, durante la premiación a lo más destacado en 2023 durante el primer día de su convención en Tashkent, Uzbekistán.
Canelo no viajó hasta Asia central por motivos personales, según informó el presidente del CMB y por la reciente pelea ante Jermell Charlo el 30 de septiembre en Las Vegas.
El tapatío sólo hizo una breve llamada en la que expresó que se sentía congratulado de ser el primero en recibir el cinturón dedicado al peleador más grande de México, Julio César Chávez.
Chávez lo entregó simbólicamente al Canelo a la distancia, pero lo hizo con el sentido del humor que lo representa. Sólo miraba la placa y la faja brillante y preguntaba si esos diamantes eran genuinos. De ser así, valía aún más la ceremonia.
“I love you un chingo”, decía Chávez con una sonrisa que parecía salirse de su rostro.
