Centenares de miles de personas se manifestaron en España contra el pacto de investidura que permitirá la primera reelección como presidente del gobierno del socialista Pedro Sánchez. El derechista Partido Popular (PP) convocó 52 concentraciones en cada una de las capitales de provincias del país, en la que quedó patente el grado de indignación que ha provocado en los votantes conservadores el acuerdo suscrito por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con las formaciones nacionalistas vascas, catalanas y gallegas.
Las estimaciones oficiales de las delegaciones del gobierno en todo el país, que dependen del Ejecutivo socialista, cifró la movilización popular en más de 600 mil personas. Si bien, el PP, que fue la organización convocante, la elevó hasta los dos millones de manifestantes en todo el país. Por ejemplo en Madrid, donde se registró la protesta más multitudinaria, mientras el PP la cifró en 500 mil personas, el gobierno central la rebajó a los 80 mil.
En cualquier caso, este domingo se registró una de las movilizaciones populares más multitudinarias de los últimos años. En Madrid, todas las calles del centro y la Puerta del Sol se inundaron de ciudadanos que portaban sus banderas españolas y sus pancartas con consignas contra Pedro Sánchez, el destinatario de la mayoría de las consignas que se corearon a lo largo de la manifestación, la mayoría insultos: “Pedro Sánchez, hijo de puta”; “No en nuestro nombre”; “No es una sede, es un puticlub” (en alusión a la oficina central en la capital del PSOE); “Marlaska maricón” (en referencia directa al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que ha hecho bandera de su homosexualidad); “España ha despertado”; y “España cristina, no musulmana”, entre otras.
Las concentraciones convocadas por el PP se llevaron a cabo en las 52 capitales de provincia de todo el país, con especial éxito de convocatoria en Madrid y en las principales ciudades de Andalucía, Valencia, Castilla y León, Murcia, Islas Canarias, Islas Baleares, Galicia y Extremadura. En Cataluña también se registró una concentración multitudinaria, pero sólo en Barcelona, mientras que en el resto de ciudades, como Girona, Tarragona y Lleida, la afluencia fue marginal.
En todo caso, el PP logró sacar a las calles a centenares de miles de personas que, de forma pacífica, expresaron su repulsa a los acuerdos que permitirán la investidura Sánchez de la próxima semana, sobre todo el que firmó con Junts per Catalunya (JxCat) y su líder, el ex presidente catalán Carles Puigdemont, que garantiza una ley general de amnistía a los ciudadanos separatistas imputados por causas vinculadas al proceso de independencia unilateral de octubre del 2017, además de que abre la puerta a una negociación bilateral con el Estado español para celebrar un referendo de independencia en los próximos cuatro años y a traspasar las competencias en materia fiscal a la región, con lo que Cataluña recaudaría todo lo que ingresa y no se aplicaría la política de redistribución de la riqueza con el resto de las autonomías más pobres que existía hasta ahora.
En la manifestación de Madrid, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, fue el principal orador en un discurso en el que adelantó su contestación pública desde las calles y las instituciones en las que gobiernas: “No nos callaremos hasta hablar en unas elecciones, porque lo que se está haciendo es lo contrario de lo que hemos votado. ¿Por qué tienen miedo a las urnas? Hay que construir un gran proceso de entendimiento, como en la Transición y no caer en las provocaciones de la izquierda, que trata de demonizar las protestas. Que sepan que no nos van a intimidar”, señaló.
Además, el líder de la derecha afirmó que “no son las urnas, es la codicia de una persona lo que nos ha traído aquí. Ha sobredimensionado el valor electoral del independentismo. Con el 6 por ciento no pueden decidir por el 100 por ciento de los españoles. Tienen menos apoyo que nunca pero han encontrado un atajo. Siempre he combatido el independentismo, pero al menos ellos van de cara. Sánchez no. Y además miles de socialistas no están de acuerdo con su secretario general”.
Al final de las concentraciones del PP, miles de personas se dirigieron, alentados por la extrema derecha de Vox, a las sedes del PSOE en esas ciudades. En Madrid, por ejemplo, se registró por décimo día consecutivo una protesta en las inmediaciones de la oficina central del partido, en la que de nuevo se volvieron a corear consignas contra el pacto de investidura y contra la figura de Sánchez.
