Ciudad de México. La Biblioteca Nacional de Letonia exhibe, actualmente y hasta enero próximo, Caballero Águila, el arte de Julio Camarena, colección de páginas originales de cómic dibujadas por uno de los últimos creadores de la etapa industrial de la historieta mexicana aún vivos, organizada por Christopher Sperandio, profesor de artes visuales de la Universidad de Rice, en Houston, Texas. Sperandio además produjo el corto cinematográfico La gruta de la muerte, sobre la vida y obra de Camarena, que incluye una entrevista al historietista realizada por Augusto Mora, colaborador de la revista de humor político El Chamuco y uno de los principales exponentes nacionales del periodismo hecho en formato de narración gráfica.
El corto se ha proyectado en al menos 20 festivales y ha ganado premios al mejor afiche en eventos celebrados en Rumania, Argentina e Irlanda, además que se le galardonó como Mejor Documental de Horror en el concurso y festival Tabloid Witch Awards de Santa Mónica, California.
En entrevista realizada a Sperandio y Mora, el primero señaló que su interés en la historieta mexicana comenzó por su inquietud de mostrar a sus alumnos páginas originales de cómic, y para eso compró tres cartones de la serie del adolescente eterno Archie, realizadas por el artista Dan DeCarlo, que le costaron en total 80 dólares. Y es que es fundamental para quien aspira a ser un profesional de la ilustración el ver cómo un dibujante planea y diagrama una página, ver qué errores cometió y cómo los resolvió
, comentó Sperandio.
Agregó que un vendedor de arte le ofreció una historia completa ilustrada por Camarena, 92 páginas en 96 dólares, con dibujos hermosos, elegantes. No podía creer la buena suerte que tuve
.
Expuso asimismo que llegó a obtener ocho relatos completos de Camarena, que ha ido obsequiando a la familia del ilustrador quien, señaló Mora, en un principio le pareció triste, amargado por el fin catastrófico de la era industrial del cómic mexicano a principios de este siglo, que él atribuyó a la proliferación de temas pornográficos, así como a la globalización, que impulsó al cómic extranjero, y por haber quedado viudo hace unos años
, pero luego se mostró feliz y entusiasmado al ver que su obra era apreciada, reconocida.
Deberíamos tener en México algo similar, para preservar al cómic actual
, apuntó Mora. “No basta con el Museo de la Caricatura, detrás de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, que está en condiciones físicas lamentables, ni con el Museo del Estanquillo, que se especializa en el trabajo de Gabriel Vargas, autor de La familia Burrón”.
Sobre el futuro de la historieta mexicana Mora expuso que al momento los autores de cómics nacionales intentamos sobrevivir porque no hay industria, sin embargo estamos creando, el futuro se halla en los festivales que presentan nuevas obras, en las generaciones que hacen cómics y quieren seguir haciéndolos. Y si no hay editoriales que apoyen a la narrativa gráfica, deberemos crear nuestras propias casas editoriales, como han hecho Idalia Candelas con su sello Candelas y punto, y Jonathan Rosas con Peripheria Cómics, o el colectivo que conforma Pinche Fortaleza Cómics, hoy presentes en la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, que se celebra en Chapultepec. Es difícil, pero es la única alternativa, porque si esperamos que la industria renazca, esperaremos demasiado tiempo
.