Ciudad de México. El Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo (SNTSTC), entregó a Claudia Sheinbaum un plan de movilidad sustentable y moderno para la Ciudad de México.
Fernando Espino Arévalo, líder de la organización, sindical, señaló, que dicho plan propone incluir la ampliación de líneas del Metro, la construcción de una línea circular, además de la reintroducción de tranvías, “en lugar de tecnologías obsoletas, que aun abundan en la capital”.
El plan denominado “La Crisis de Movilidad en la Ciudad de México y sus alternativas de solución”, plantea que desde sus orígenes ha sido una de las ciudades más pobladas del mundo.
“Sin embargo, este crecimiento se ha dado de forma desmedida y desordenada, convirtiéndose en un lastre que las administraciones, tanto locales, como federales, no han sabido atender por la ausencia de una visión a largo plazo, que debería ir soportada por un proceso de planeación cuya premisa fundamental sería satisfacer las necesidades colectivas de la sociedad que representan”.
Califica de preocupante que “en pleno siglo XXI los gobiernos pretendan adoptar soluciones artificiales a problemas reales, al implementar tecnología obsoleta que contamina y produce mayor daño al medio ambiente”.
En la Ciudad de México transitan diariamente más de 4.5 millones de vehículos automotores, que generan un poco más de 2.5 millones de toneladas de contaminantes por año. Esto representa el 84 por ciento de las emisiones totales, agrega.
A estas cifras se suma “el incremento significativo del uso de motocicletas que, de acuerdo con datos de la Secretaría de Movilidad de la CDMX, circulan más de cien mil por las arterias de la Ciudad, generando, desde luego, importantes niveles de emisiones contaminantes”.
El Plan señala que la movilidad en la capital de la República se distribuye de la siguiente manera: 62 por ciento corresponde al transporte público concesionado (contaminante); 17 por ciento a vehículos particulares (contaminante); 4 por ciento al Metrobús y RTP (contaminante); 16 por ciento al Metro (no contaminante), y 1 por ciento a trolebuses, y tren ligero (no contaminante).
“No cabe duda que la falta de espacio genera altos niveles de hacinamiento, por tanto, el aprovechamiento del mismo debe ser un parámetro que determine la viabilidad de los proyectos a implementar, sobre todo, en lo que se refiere a la movilidad de las personas en donde necesariamente se debe privilegiar el uso de medios masivos de transporte ecológico y sustentable”.
Cuestiona que a pesar de los altos niveles de contaminación presentes en la Ciudad y las consecuentes contingencias ambientales, se continúe promoviendo el uso de transportes contaminantes y de baja capacidad, lo que acentúa el problema de tráfico y emisiones al ambiente.
Ante dicha problemática, recomienda: modernizar la normatividad para el funcionamiento de las vialidades y la movilidad de los peatones.
Asimismo garantizar la disponibilidad de un sistema de transporte público eficiente y no contaminante.
Desarrollar en la CDMX infraestructura vial suficiente y adecuadas a las necesidades del transporte urbano (las vías primarias y secundarias se han mantenido sin cambio en los últimos 20 años), estrategias comunes con el Gobierno Federal y Estado de México.