París. Astrónomos europeos publicaron este martes las primeras imágenes del recién lanzado telescopio espacial Euclides, diseñado para desvelar los secretos de la materia y la energía oscuras, fuerzas ocultas que se cree que componen 95 por ciento del universo.
La Agencia Espacial Europea, que dirige esta misión de seis años de duración en colaboración con la NASA, afirmó que las imágenes eran las más nítidas de su clase y mostraban la capacidad del telescopio para observar miles de millones de galaxias situadas a una distancia de hasta 10 mil millones de años luz.
Las imágenes abarcaban cuatro zonas del universo relativamente cercanas, incluidas mil galaxias pertenecientes al enorme cúmulo de Perseo, situado a solo 240 millones de años luz, y más de 100 mil galaxias diseminadas en el fondo, señaló la ESA.
Los científicos creen que vastas estructuras aparentemente organizadas como Perseo solamente podrían haberse formado si existe materia oscura.
"Creemos que solo conocemos 5 por ciento del universo: la materia que podemos ver", dijo a Reuters Carole Mundell, directora científica de la ESA.
"Al resto del universo lo llamamos oscuro porque no produce luz en el espectro electromagnético normal. Pero conocemos su efecto porque vemos el efecto sobre la materia visible".
Entre las señales que revelan la fuerza oculta que ejerce la materia oscura se encuentran las galaxias que giran más deprisa de lo que los científicos esperarían por la cantidad de materia visible que puede detectarse.
Su influencia también está implicada en la formación de algunas de las estructuras más masivas del Universo, como los cúmulos de galaxias, explicó Mundell en una entrevista.
La energía oscura es aún más enigmática.
Su hipotética existencia no se estableció hasta la década de 1990 mediante el estudio de estrellas en explosión llamadas supernovas, lo que dio lugar a un premio Nobel en 2011 compartido por tres científicos estadunidenses.
Gracias en parte a las observaciones del anterior telescopio espacial Hubble, llegaron a la conclusión de que el universo no solo se estaba expandiendo, sino que el ritmo de expansión se estaba acelerando, un asombroso descubrimiento atribuido al nuevo concepto de energía oscura.