El ex titular de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, promovió un nuevo juicio de amparo contra la negativa de las autoridades judiciales para que participe en todos las indagatorias que pretenda recabar la Fiscalía General de la República (FGR), durante la fase de investigación complementaria en el proceso que se le acusa por su presunta responsabilidad en el delito de tortura en agravio de Felipe Rodríguez Salgado, El Cepillo, integrante del grupo delictivo Guerreros Unidos involucrado en el caso de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa.
Murillo Karam impugnó el acuerdo del 28 de septiembre de 2023, dictado en la causa penal 41/2023, donde se estimó improcedente la petición del quejoso de estar en todos los actos de dicha investigación.
La demanda de garantías la admitió a trámite Rubén Darío Noguera Gregoire, juez Octavo de Distrito de Amparo en Materia Penal en la Ciudad de México, pero no le concedió la suspensión provisional ya que la defensa del ex funcionario no la solicitó.
El impartidor de justicia fijó el próximo 30 de noviembre para que se realice la audiencia constitucional, donde resolverá si le otorga el amparo.
En abril de este año, durante una audiencia vía remota y a puerta cerrada a cargo de Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, en el Centro de Justicia Penal Federal con sede en el Reclusorio Sur, el Ministerio Publico Federal culpó al ex titular de la PGR los delitos de tortura, desaparición forzada de personas y coalición de servidores públicos.
En julio de 2020 se difundió un video en el que aparece Tomás Zerón de Lucio, ex titular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), prófugo de la justicia, participando en un interrogatorio ilegal, en el que se muestra en condiciones de tortura a El Cepillo, sin camisa, con el rostro cubierto declarar bajo amenazas y sin asistencia legal dentro de las instalaciones de la Agencia de Investigación de la entonces PGR, testimonio que no fue incorporado al expediente del caso.
De acuerdo a la FGR el objetivo de dicha tortura era para que declarara lo que se le estaba obligando, para poder justificar la denominada verdad histórica.