Bogotá. Aunque el país está por estos días enfrascado en agudos debates políticos y aún digiere los resultados de las elecciones regionales del pasado domingo, los colombianos tienen los ojos y el corazón puestos exclusivamente en el desenlace del secuestro de Luis Manuel Díaz, padre de Luis Díaz, ídolo del Liverpool de Inglaterra y de la selección nacional de fútbol.
Una semana después del plagio, crece la expectativa por su liberación, anunciada ayer por voceros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que, sorpresivamente, reconocieron el miércoles pasado haber ejecutado el secuestro en la norteña población de Barrancas, muy cerca de la frontera con Venezuela.
Las primeras versiones de fuentes militares y de policía indicaron que muy posiblemente el padre del deportista había sido trasladado a territorio del vecino país por parte de sus captores, a quienes se identificó en un principio como “delincuentes comunes”.
La noticia de que el ELN había sido el autor del plagio tomó por sorpresa al país ya que justamente este mes se cumple el primer año de las negociaciones que el gobierno sostiene con esta sexagenaria guerrilla, con la que incluso llegó hace dos meses a un acuerdo para hacer un alto al fuego de seis meses.
El propio jefe del ELN, Antonio García, calificó hoy de “error” esta acción de sus tropas y aseguró que se ha iniciado el proceso de liberación de Luis Manuel Díaz para lo cual solicitó una especie de despeje militar del área con el fin de evitar choques con la fuerza pública.