Huixtla, Chis. Nueve participantes en la caravana migrante, incluidas dos mujeres, se suturaron ayer los labios en protesta por la desatención
del gobierno al no otorgarles permisos de tránsito para avanzar hacia la frontera con Estados Unidos para que nos escuchen y primeramente Dios él abra puertas. Hemos pasado hambre, cansancio y la familia con la pobreza
, señaló el hondureño Uriel Valladares, uno de los extranjeros que se cosió la boca.
El contingente de alrededor de 8 mil personas, la mayoría de Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Venezuela, Haití y Cuba, permaneció un día más en el municipio de Huixtla, a la espera de una respuesta de las autoridades y para descansar un poco más.
También se suturaron los labios Maricela Villanueva, Diana Vargas, Marvin Barahona, José Eduardo Velázquez, José Luis Vallejo, David Gutiérrez y Wilmer Calix.
Los integrantes de la caravana reiteraron el llamado a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para que intervenga ante las autoridades federales y se les atienda.
Se puede regularizar con formularios migratorios múltiples a todas las personas, particularmente a los integrantes de esta caravana
expresó Irineo Mujica, de la organización Pueblo Sin Fronteras.
Según sus estimaciones, la mitad de los extranjeros que viajan son mujeres y niños que requieren mayor atención. No se desploman por los 50 kilómetros que hemos caminado, se desploman porque son meses que los tienen en los parques, durmiendo en las calles, sin comer
, señaló el activista.
Por eso abogamos no sólo por los que vamos aquí, sino también por los que están en Tapachula que no tuvieron la fuerza, la fe o simplemente no pudieron acompañarnos
, agregó.
Mencionó que en todos los países de Centro y Sudamérica por donde han pasado les están permitiendo el paso, a diferencia de México.
El contingente, que partió el lunes de Tapachula, decidió quedarse un día más en Huixtla antes de continuar hacia el norte.