Los partidos de Tigres parecen jugarse sobre el cráter de un volcán, al borde de la lava y no tanto sobre el terreno de juego. Es tan explosivo su ataque que, incluso en sus visitas menos alegres, resuelve victorias de manera sencilla. En el cierre de la fase regular de la Liga Mx Femenil, las felinas hicieron vivir un calvario al Necaxa, que empezó ganando en el estadio Victoria y en cuestión de minutos se derrumbó hasta caer 3-1 sin posibilidad de sorpresa alguna.

Convertido en un coloso de la categoría, el equipo de la UANL recuperó con tal fuerza su nivel colectivo que ni siquiera las ausencias de sus seleccionadas, entre ellas Jacqueline Ovalle y Anika Rodríguez, se notaron.

Desde sus inicios como entrenadora, la española Milagros Martínez ha tenido una relación cercana con los procesos de formación de jugadoras profesionales. Tal vez por eso el nivel de titulares y suplentes, muchas de ellas jóvenes como Ana Sofía Salas -de 16 años-, mantiene parámetros parecidos.

Fuera de la liguilla y en los últimos lugares de la tabla, las Centellas encontraron un momento de lucidez con la anotación de Joseline Hernández, quien convirtió 1-0 con un potente remate pegado al poste en un tiro libre (3).

Para revertir ese mal inicio, lo que siguió fue una serie de intentos poco productivos de las regiomontanas, en los cuales la defensiva hidrocálida cerró filas de forma firme. Pero si algo caracteriza a las felinas es su amplio repertorio de ataques, gracias al cual la jamaicana Konya Plummer igualó los cartones (44).

Como no era suficiente para irse al descanso, Tigres fue por más y dio la vuelta al partido con el tanto de Maricarmen Reyes (45), el cual significó el liderato de goleo junto a la rojiblanca Alicia Cervantes. Liliana Mercado, en otra jugada de táctica fija, hizo el tercero (57) y llevó a las felinas a la cima de la competencia con 44 puntos.