Acapulco, Gro. Poblados pertenecientes a los Bienes Comunales de Cacahuatepec, municipio de Acapulco, perdieron sus cosechas de maíz, jamaica, limón, palma de coco y ajonjolí, tras el impacto del huracán Otis, por lo que sus habitantes solicitan apoyos a las autoridades estatales y federales.
La Jornada realizó un recorrido de aproximadamente 60 kilómetros por algunas de las 47 localidades que están bajo influencia del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la presa La Parota (CECOP).
El viaje comenzó desde la caseta de cobro de Metlapil, pasando por El Bejuco, San Pedro las Playas, Las Chanecas, San Pedro Cacahuatepec, San Antonio, Cerro de Piedra, El Tejoruco, Apalani, entre otras comunidades, hasta llegar a Cacahuatepec, que se ubica a la orilla del Río Papagayo, en el cual subió más de siete metros el nivel del agua el 25 de octubre, cuando impactó el meteoro.
En la mayoría de los pueblos que están a un costado de la carretera Acapulco a Pinotepa Nacional, rumbo a la Costa Chica de Guerrero, se pudo observar a lugareños, en su mayoría niños y mujeres, que portaban pancartas pidiendo ayuda, sobre todo, agua y comida.
“Los cultivos ya de por sí estaban afectados por la sequía, pero esto del huracán nos vino a dar el tiro de gracia. La cosecha no sirve, se mojó, la mazorca se abrió y le entró el agua; ese grano se va a picar, no sirve, es maíz podrido, se le llama aquí popocata, será pastura de las vacas y los animales”, señaló el vocero del CECOP, Marco Antonio Suástegui Muñoz.
Añadió que ante esta situación la gente empieza a pensar en “rentar sus tierras como potreros, pues será una manera de subsistir, de sacar dinero, después de que se perdió la producción en los tlacololes o huamiles, que es en donde se siembra el maíz criollo”.
Al llegar a la comunidad de Apalani, a unos 35 kilómetros de Acapulco, se pudo notar el rezago social en el que vive la gente, pues no cuentan con electricidad, agua potable y drenaje, además de que los centros de salud están abandonados. “Eso no es por Otis” recalcó Suástegui Muñoz; “esto viene desde hace más de 40 años, pero los gobiernos han invisibilizado y escondido la pobreza del Acapulco rural”, añadió.
El líder campesino recalcó que para las autoridades existen dos Acapulcos, “el de los ricos de la costera y el de los pobres, en el Valle de la Sabana, Renacimiento, la Zapata, Las Cruces; pero hay un tercer Acapulco, el de la miseria, que es aquí en los Bienes Comunales de Cacahuatepec, que además es de las zonas más productivas”.