Huixtla, Chis. Integrantes de la caravana de migrantes, siete hombres y dos mujeres, se suturaron los labios en protesta por la desatención del gobierno de otorgarles permisos de tránsito para cruzar el país hasta la frontera con Estados Unidos.
“Para que nos escuchen y primeramente Dios él abra puertas. (Hemos pasado) hambre, cansancio y la familia con la pobreza”, dijo el hondureño Uriel Valladares, uno de los que se suturó la boca.
El contingente decidió permanecer un día más en Huixtla y no caminar este jueves mientras esperan una respuesta del gobierno y para que puedan descansar más.
Participaron en la protesta Maricela Villanueva, Diana Vargas Rafael Cruz, Uriel Valladares, Marvin Barahona, José Eduardo Velázquez, José Luis Vallejo, David Gutiérrez y Wilmer Calix.
La caravana reiteró el llamado a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para que intervenga ante las autoridades federales y se atienda a los migrantes.
“Se puede regularizar con Fórmulas Migratorias Múltiples a todas las personas particularmente a los integrantes de esta caravana que va caminando” expresó Irineo Mújica, de la organización Pueblo Sin Fronteras.
Según sus estimaciones, la mitad de las personas que viajan son mujeres y niños que requieren mayor atención.
“No se desploman por los 50 kilómetros que hemos caminado, se desploman porque son meses que los tienen en los parques, durmiendo en las calles, sin comer, por eso abogamos no sólo por los que vamos aquí, también por los que están en Tapachula que no tuvieron la fuerza, la fe o simplemente no pudieron acompañarnos”, añadió el activista.
Señaló que todos los países por donde han pasado los migrantes por Centro y Sudamérica les están permitiendo el paso, menos México.
La caravana, que partió el lunes de Tapachula, decidió quedarse un día más en Huixtla antes de continuar su andar hacia el norte.