Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó la entrega inmediata de recursos para los damnificados por el huracán Otis, por lo que garantizó que no habrá amarga Navidad para la gente de Acapulco y otras zonas afectadas.

Lo vamos a lograr pronto, muy pronto porque se está avanzando bastante, no va a llevar mucho tiempo. Tengo el sueño, el ideal, que vamos a convertir en realidad entre todos, como se está haciendo, de que ya en la Navidad las familias van a estar muy contentas en Acapulco, van a estar como lo merecen, muy felices. Ese es el compromiso, no va a haber amarga Navidad, señaló.

Durante la conferencia matutina de ayer destacó que se cuenta con recursos suficientes para atender la emergencia.

¿Saben cuánto tenemos en caja hoy? ¡Seiscientos mil millones de pesos! No tenemos problema porque tenemos finanzas sanas.

Además se han recibido, expuso, entre 900 mil y un millón de dólares de donativos de gobiernos extranjeros. Asimismo, el gobierno de Cuba ha enviado 35 médicos especialistas para la atención de los pobladores de las zonas afectadas, que se sumarán a los mil 48 profesionales de la salud de diversas instituciones federales, que ya se encuentran en la zona.

Más tarde, mediante una llamada telefónica, el presidente de Chile, Gabriel Boric, ofreció a su homólogo mexicano apoyo para atender la emergencia.

En la red social X, Boric dio cuenta de la conversación: acabo de hablar por teléfono con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para ofrecerle apoyo en lo que seamos útiles para enfrentar el desastre que dejó el huracán que arrasó la zona de Acapulco. La solidaridad Latinoamericana está presente cuando nuestros pueblos lo necesitan, escribió.

Por la mañana, el mandatario instruyó a la Secretaría de Bienestar no esperar más y desplegar de inmediato entrega de apoyos directos a las 32 mil 664 viviendas, pequeños y medianos comercios que se habían censado hasta la mañana de ayer.

Debemos tener un corte hoy (ayer) para mañana (hoy) comenzar a entregar los apoyos de manera directa a la gente, lo que tiene que ver con vivienda y el apoyo para pequeños negocios, la gente que se busca la vida en la calle como puede y que perdió sus palapas y sus fondas, y todas sus actividades económicas, sus pequeños negocios. Desde mañana podemos comenzar a entregar los apoyos de manera directa y seguir con el censo; lo mismo el adelantar los apoyos de Bienestar.

La tarde de ayer, en Acapulco, el Ejecutivo federal sobrevoló en un helicóptero de la fuerza aérea para verificar la situación y encabezó una reunión para definir la segunda etapa de la estrategia de auxilio a la población perjudicada por el paso del meteoro.

El anuncio se realizará esta mañana en Palacio Nacional y en estas acciones se incluirá el restablecimiento de servicios básicos, la entrega de recursos económicos a los afectados y las medidas inmediatas para iniciar la reconstrucción y poner de pie a Acapulco.

También se darán a conocer los montos y la forma en que se apoyará a las familias. No hay límite, reiteró.

–¿El monto se dará dependiendo de los daños? –se le preguntó.

–Sí, por eso el censo. Ya llevamos 30 mil viviendas, hoy tendremos un poco más, 40 mil. Pero no podemos esperar a terminar el censo. El apoyo será directo, es de todo, fundamentalmente son recursos directos, no queremos intermediarios –respondió.

El jefe del Ejecutivo indicó que aun cuando se inicie la entrega de apoyos, los 2 mil servidores de la nación que se encuentran en la zona siniestrada continuarán levantando el censo de afectados en los alrededor de 700 mil casas y negocios.

Interrogado sobre las quejas de cientos de pobladores que han denunciado que la ayuda ha resultado insuficiente, el tabasqueño subrayó: Entendemos su desesperación porque es mucho lo que se padece, pero estamos trabajando.

Indicó que anteriormente el Fondo de Desastres Naturales –que en sexenios pasados contaba con un fideicomiso para la atención de este tipo de eventos y que de acuerdo a los últimos datos contaba con 18 mil millones de pesos– no llegaba, se lo robaban.