Tlalnepantla, Méx. Alcaldes mexiquenses se vuelcan a plazas públicas para celebrar el Día de Muertos e impulsan desfiles de catrinas, ofrendas monumentales, bailes folclóricos, representaciones teatrales. Incluso en esta demarcación el presidente municipal Marco Antonio Rodríguez Hurtado y su familia se disfrazaron de difuntos descarnados y con veladoras en mano avanzaron al frente de un desfile de catrinas y catrines de la tercera edad.
En Tepotzotlán, los festejos iniciaron con una peregrinación de catrinas, catrines y adelitas con rostros de calacas. Charros montados en caballos, acompañados de música de tambora, que avanzaron por calles del municipio acompañados por decenas de visitantes.
Magnas ofrendas fueron desplegadas en el primer cuadro del municipio, las cuales inauguró la alcaldesa María de los Ángeles Zuppa Villegas, antes de la media noche del martes. Las ofrendas fueron desplegadas en el exterior del Museo Nacional del Virreinato.
El olor a incienso de copal, se mezcló con el aroma la cera de las velas, la fruta, la guayaba, plátanos, manzanas, cacahuates, cañas, entre otros; tamales, vasos de leche, pan de muerto, así como las flores de cempasúchil, dieron la bienvenida a los difuntos niñas y niños. Para los adultos, pulque y tequila.
Catrinas monumentales de muchos colores destacaron en medio de las ofrendas colocadas en el atrio de Los Olivos, a un costado del templo de San Pedro Apóstol, uno de los espacios arquitectónicos más antiguos del Valle de México, pues comenzó su construcción en el siglo XVI -en 1525-, después tuvo ampliaciones y remodelaciones promovida por los franciscanos.
Desde el 31 de octubre a primeras horas del martes 1 de noviembre, además de despliegue de seguridad pública, este año, alcaldes se sumaron a los eventos populares y fueron más allá de alistar los cementerios para la llegada de visitantes
En Tlalnepantla el presidente municipal Rodríguez Hurtado, su esposa y dos hijas, así como varios funcionarios de la alcaldía encabezaron el inicio de las celebraciones con motivo del Día de Muertos, con un desfile de catrines y catrinas que avanzó con veladoras en mano, por el primer cuadro del municipio.
El alcalde destacó la importancia de rescatar las tradiciones que caracterizan a México y que han sido reconocidas en diversas latitudes del país, dijo ataviado con ropa color negro y el rostro pintado a la mitad de color blanco con una ojera negra, simulando una media cara descarnada.
Marco Antonio en el Teatro Algarabía, inauguró una ofrenda monumental al aire libre de Día de Muertos. Hubo bailables del folclor mexicano.
En Atizapán de Zaragoza, la alcaldía promovió las puestas teatrales de “Coco el Musical” y “La Leyenda de la Llorona” que congregaron a más de 4 mil personas en el Teatro Zaragoza y la explanada del Palacio Municipal. Las funciones, fueron de acceso gratuito totalmente gratuito.
En Cuautitlán Izcalli, la alcaldesa panista Karla Fiesco también estuvo al frente de actos masivos con motivo del Día de Muertos, y encabezó el festival YÜHÜ “Un encuentro entre vivos y muertos”. El despliegue de ofrendas de alimentos y frutos mexicanos, atrajeron a cientos de personas, muchos de ellos vestidos de catrines, catrinas y vestidos folclóricos.
En Tultepec, el Día de Muertos inició con el recorrido de los farolitos o Paseo de los Muertitos, tradición que inició en el año 1925, cuando una catequista del municipio, llamó a familias a caminar por calles del municipio con candelas en mano para de guiar las almas de los niños de regreso a casa.
Al pasar del tiempo, las velas o candelas se fueron modificando y se transformaron en faroles de diversos materiales hasta llegar a ser elaborados con carrizo, hilaza, engrudo y papel de china que llevan una vela al centro para iluminarlos; en otros tiempos se utilizaron antorchas aromatizadas con que de inciensos en sahumerios.